Angela Merkel, en la encrucijada
La canciller alemana, aclamada por los refugiados que llegan a su país, trata de zanjar las divisiones que la crisis ha creado en su Gobierno
La Voz de Galicia, , 07-09-2015Angela Merkel, por una vez, más elogiada fuera que en el propio gobierno. ¿Quién lo hubiera dicho? Mientras en Hungría y Austria los refugiados que buscan llegar a Alemania alzan pancartas con expresivas «Thank you, Germany» [Gracias, Alemania], en la cancillería berlinesa la anfitriona tenía que defender anoche su decisión «extraordinaria», en vista de la «situación de urgencia» así reiteraban ayer fuentes del gobierno de dejar entrar a los miles de refugiados varados en Hungría y Austria. Solo en la jornada de ayer llegaron más de 10.000 personas a Alemania, sobre todo a Múnich, en buses y trenes, el sábado eran 8.000, y en total, más de 20.000 solo durante el fin de semana. Con todo, la situación en Múnich era casi de «euforia» entre los que recibían a los recién llegados con aplausos y regalos.
Todo menos euforia se oía ayer del lado del socio bávaro de Merkel, la Unión Socialcristiana, que calificó la decisión de «errónea». Horst Seehofer, el primer ministro, no pudo ser más claro: «Siendo 28 estados miembros, Alemania no puede acoger a largo plazo a casi todos los refugiados, esto no hay sociedad que lo aguante». Por parte de los socialdemócratas, sin embargo, llegaban palabras de apoyo para la canciller: «En una situación tan dramática» lo correcto es prestar ayuda, explicó el jefe del grupo parlamentario Thomas Oppermann, que también apuntó que en «situaciones excepcionales, lo suyo es ayudar, si otros no asumen las responsabilidades que les marca la ley», en alusión a Hungría, donde deberían haber presentado su solicitud de asilo los recién llegados. Y desde la propia CDU de Merkel llamaban a que ahora sean otros países los receptores de refugiados, ya que «solo una Europa unida puede afrontar este reto», decía Peter Altmeier, el ministro de la cancillería.
No en vano, Merkel había convocado anoche a los líderes de los tres partidos para zanjar cuestiones como las partidas extraordinarias que el gobierno central tendrá que pasar a los regionales, estimar cuotas por länder, definir cómo acogerlos y qué atención sanitaria ofrecerles de cara a la cumbre que el 24 de septiembre celebrarán el gobierno central y los regionales.
Desde los länder ayer llegaba un mensaje casi unánime: Sin más dinero, no podrán albergar a todos los recién llegados. Y es que nada más arribar a Múnich, derivaban a miles de refugiados a otros estados federados, como Dortmund, en Renania del Norte-Westfalia, o Braunschweig, en Baja Sajonia.
La ministra de Trabajo, Andrea Nahles, proponía, por su parte, un paquete de medidas para integrar cuanto antes a los refugiados con más posibilidades de permanecer en Alemania. Para ello habría que ofrecer rápido cursos de alemán y capacitación profesional, que permitan cubrir «los 600.000 empleos vacantes», dijo Nahles en la televisión pública ARD anoche. Su cartera necesitaría 2.500 millones de euros adicionales en 2016. «Cuanto antes consigan trabajos, tendremos que gastar menos en ayudas sociales (?) esperar sería una estupidez», añadió. Nahles calificó la llegada de migrantes como un regalo y defendió la idea de conceder el permiso de residencia permanente a aquellos refugiados que absuelvan su formación. Además propuso fijar un contingente de permisos de trabajo para los ciudadanos de los estados balcánicos.
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