CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Cameron y Hollande se plantean ahora intervenir en Siria

El Mundo, CARLOS FRESNEDA LONDRES ESPECIAL PARA EL MUNDO, 07-09-2015

El premier David Cameron y el presidente François Hollande ultiman los preparativos para sumarse a la coalición liderada por Estados Unidos para bombardear los objetivos del Estado Islámico en Siria. Hasta ahora, los dos países habían participado en los ataques aéreos sobre Irak, pero se mostraban remisos a extender la campaña a suelo sirio por temor a beneficiar a Bashar Asad.

La crisis de los refugiados en Europa ha obligado a una revisión a fondo de la estrategia hacia Siria en el Reino Unido y en Francia. Cameron y Hollande anticiparán sus planes casi simultáneamente hoy, como contrapunto al sistema de cuotas para acoger a los refugiados que esta semana anunciará la Unión Europea.

Cameron se sigue resistiendo a incluir a su país en un sistema de cuotas, aunque anunciará su disposición a aceptar en su suelo hasta 15.000 refugiados, según anticipó The Sunday Times. En un cambio sustancial desde que arrancó la crisis, el líder conservador adimitirá hoy en el Parlamento que su país tiene el «deber moral» de acoger miles de refugiados procedentes de Siria y otros conflictos.

El premier aprovechará su intervención en el Parlamento para tantear a los diputados laboristas que estarían dispuestos a apoyar su plan para bombardear objetivos del IS en Siria, y evitar un fiasco como el ocurrido hace dos años, cuando un treintena de conservadores desertaron a última hora e hicieron piña con la oposición para frustrar su estrategia.

«Tenemos que afrontar el problema en su raíz, que es el régimen malvado de Asad y los terroristas del IS», declaró a la BBC el secretario del Tesoro, George Osborne, anticipando los planes renovados de Cameron para lograr la autorización parlamentaria a primeros del mes de octubre.

Un último escollo se interpone en el camino: la más que probable elección del radical Jeremy Corbyn como nuevo líder laborista el 12 de septiembre. Corbyn se ha mostrado contrario a la extensión de la acción militar. David Cameron confía sin embargo en aprovechar la hostilidad interna hacia el nuevo líder y captar el apoyo de los laboristas moderados, dispuestos a una escalada militar en Siria.

El 52% de los británicos apoyan hoy por hoy una mayor implicación militar en Siria como parte de una estrategia para paliar la crisis de los refugiados, según un reciente sondeo de YouGov para The Sun. Tan sólo el 22% se oponen a los bombardeos contra objetivos del Estado lslámico en suelo sirio.

El ex arzobispo de Canterbury, George Carey, ha sido uno de los últimos en pedir públicamente a Cameron un cambio de estrategia en Siria: «No basta con acoger refugiados en Reino Unido o enviar ayuda a los campamentos. Hay que atacar el problema de raíz».

«Nuestra respuesta hasta la fecha ha sido inadecuada», ha declarado por su parte el ex ministro de Defensa Liam Fox. «La política de atacar al IS en Irak y no hacerlo en Siria es manifiestamente absurda».

Cameron logró la aprobación para atacar las bases del IS en Irak en otoño pasado, y desde entonces lleva mediando cuándo hacer lo propio en Siria. Aún así, los aviones británicos llevan ya meses empotrados entre los escuadrones norteamericanos y participando en labores de apoyo a los bombardeos sobre suelo sirio, que se han intensificado este verano.

Los ataques desde el aire de Estados Unidos sobre Siria, inicialmente con drones y después con aviones tripulados, arrancaron el 22 de septiembre de 2014, en una coalición formada inicialmente con varios países árabes (Bahrain, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Arabes). Se calcula que las fuerzas norteamericanas han lanzado hasta 2.300 ataques aéreos en Siria, aunque su efectividad ha sido puesta en duda y en decenas de ocasiones han dejado víctimas civiles.

Un total de 119 ataques sobre Siria se atribuyen de momento a la coalición, a la que se también se han unidos en al menos cuatro ocaiones los aviones canadienses. Hasta la fecha Reino Unido y Francia –volcados en las operaciones en Irak– han mantenido hacia Siria una cautela simliar a la de otro países europeos.

David Cameron anunciará también el lunes sus planes para desviar dinero de ayuda exterior a los ayuntamientos británicos en concepto de asistencia a los refugiados.

En Francia, una fuente de alto nivel aseguró a Le Monde que «la decisión [de sumarse a la coalición] ya ha sido tomada», añadiendo que «las primeras misiones de reconocimiento en Siria se llevarán a cabo a través de los Mirages 2000 con base en Jordania, o a través de los Rafale de Abu Dhabi», informa desde París Daniel Puchol.

El presidente François Hollande dará a conocer más datos hoy en la conferencia que simboliza la vuelta a la vida política tras las vacaciones de verano.

Las hipótesis más probables se orientan, por el momento, a que París realizará misiones de reconocimiento en territorios tomados totalmente por el Estado Islámico.

De acuerdo a varios expertos, «el éxodo acelerado de los sirios, el fracaso de la coalición [liderada por Estados Unidos] a la hora de hacer recular al IS en Irak, o incluso el posible reforzamiento militar ruso en el terreno, han llevado a Francia a dar un paso adelante».

Precisamente ese despliegue militar de Moscú está despertando preocupación en Washington. Varios informes de la Inteligencia estadounidense apuntan que Moscú ha enviado una avanzadilla militar para apoyar a las fuerzas de Asad en la zona de Latakia. Según The New York Times, estos movimientos incluyen además de los militares, el envío de viviendas prefabricadas –que podrían alojar hasta un millar de asesores o militares rusos– así como un sistema de control del tráfico aéreo. Ese enclave, en un área portuaria del Mediterráneo, facilitaría el envío de material al Gobierno sirio.

El viernes, el presidente Vladimir Putin admitió que estaban entrenando a soldados sirios y ayudándoles con el equipamiento, recoge la agencia RIA Novosti. Sin embargo, calificó una posible intervención militar de «prematura, de momento». El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, explicó a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, que «estas acciones podrían intensificar aún más el conflicto, conducir a una mayor pérdida de vidas inocentes, incrementar el flujo de refugiados y poner en peligro la operación de la coalición anti IS en Siria»,

Mientras, Austria y Alemania continuaron ayer recibiendo a miles de refugiados y el Papa instaba a las parroquias a acoger a familias para paliar la crisis humanitaria.

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