El Papa llama a la Iglesia a ser la primera en acoger a huidos

El Periodico, ROSSEND DOMÈNECH / ROMA, 07-09-2015

Dos familias de refugiados serán hospedadas en las dos parroquias internas del Estado pontificio después de la llamada sin precedentes que hizo ayer el papa Francisco para que todas las parroquias de Europa acojan a una familia de migrantes que huyen de guerras, violencias y persecuciones políticas.

«Que cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio y santuario de Europa acoja a una familia, empezando por mi diócesis de Roma», dijo Francisco al final del tradicional ángelus de los domingos, subrayando que será una manera de dar «concreción al Evangelio» y «un gesto concreto de preparación para el Año Santo de la Misericordia (Jubileo)», que comenzará el próximo 8 de diciembre.

Desde la habitual ventana del Palacio Apostólico, el Papa se dirigió a «mis hermanos obispos de Europa, para que en sus diócesis apoyen mi llamada, recordando que misericordia es el segundo nombre del amor». Jorge Bergoglio explicó que «no debemos plegarnos en nosotros mismos», sino rechazar a «la pareja cerrada, la familia cerrada, el grupo cerrado, la parroquia cerrada y la patria cerrada», porque «esto no es Dios, sino nuestro pecado».

ESPERANZA COMBATIVA / Al comienzo, el Pontífice había dicho que «frente a la tragedia de los millares de refugiados que huyen de la muerte de las guerras y el hambre y están en camino hacia una esperanza de vida, hay que darles una esperanza concreta y no solo decirles ‘coraje, paciencia’», porque «la esperanza cristiana es combativa, tiene la tenacidad de quien camina hacia una meta segura», dijo.

Tras las ya repetidas llamadas del Papa, hace meses que las iglesias católicas de Europa se han movilizado, tanto en el frente político para reivindicar una reforma del derecho de asilo, como en el humanitario para la acogida material de los que huyen de sus países.

La diócesis de Agrigento, en Sicilia, de la que forma parte la isla de Lampedusa, punto de llegada de muchos emigrantes, hace tiempo que acoge a refugiados e inmigrantes en general y su obispo hospeda a una familia en su casa. Cesare Nosiglia, obispo de Turín, en el norte, decidió que las estructuras católicas de su diócesis acogieran a cinco familias cada una. La diócesis de Milán ha decidido hospedar en sus estructuras hasta 900 refugiados.

El cardenal Christoph Shoenborn, obispo de Viena, epicentro en estos días de las migraciones que han atravesado media Europa, ha puesto a disposición 1.000 plazas de acogida a refugiados. El día en que se descubrieron 71 personas muertas dentro de un camión frigorífico, organizó un momento de recogimiento en la catedral, que se llenó a rebosar a pesar de ser un día laborable.

Los obispos suizos actúan con un programa de acogida a través de Cáritas, mientras que los belgas han pedido a los católicos que ofrezcan los pisos vacíos que tengan, alcanzando hasta ayer la cifra de 250 viviendas, ejemplo seguido por los obispos de Francia a través de una llamada de monseñor Renauld de Dinechin, el obispo auxiliar de París.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)