La segunda oportunidad de Ayoub
Cáritas Diocesana de Tenerife, a través del proyecto San Antonio de Padua, posibilita la integración social y laboral de este joven saharaui, que llegó en patera, en un intenso proceso de atención integral.
El Día, , 07-09-2015E
l proyecto de Cáritas Diocesana de Tenerife San Antonio de Padua es el único recurso alojativo para personas en situación de sin hogar y en riesgo de exclusión en el sur de la Isla. Ofrece una atención integral personalizada en materias sanitaria, jurídica, laboral, formativa y residencial, a través de un centro existente desde el año 2000 en Granadilla. Además de cubrir las necesidades básicas (alimentación, aseo y alojamiento), Cáritas Diocesana de Tenerife trabaja con este colectivo para facilitar su integración sociolaboral, promover su autonomía personal y acompañarlos y asesorarlos en procesos individualizados.
Ayoub, que llegó a Canarias en patera con apenas 18 años soñando con la posibilidad de tener un presente y un futuro fuera de su país de origen, Sáhara Occidental, es una de las personas a las que Cáritas Diocesana de Tenerife ha prestado su apoyo y que, tras un proceso de acompañamiento de año y medio, ha conseguido su integración social y laboral.
Además de facilitarle el alojamiento y la alimentación en el propio recurso de Granadilla, el equipo de Cáritas Diocesana de Tenerife trabajó con él desde un primer momento en el desbloqueo de todas las trabas legales para que pudiera normalizar su situación, incluido disponer de una tarjeta sanitaria que, además de darle acceso a la salud como un derecho básico, le facilitara la regularización de su situación administrativa.
“Tuve unos comienzos muy difíciles. Primero, intenté instalarme en Gran Canaria y, luego, en la Península; después vine al Sur, donde estuve viviendo con otras personas como okupa en Guaza. Tras varios meses, supe que Cáritas estaba en Valle San Lorenzo, donde empecé a ir de forma habitual para pedir ayuda para comer”, recuerda Ayoub.
Fue en esa Cáritas Parroquial, donde el personal le explicó que había un centro alojativo de Cáritas en Granadilla, donde podría quedarse a dormir y a comer y en el que le prestarían asesoramiento para arreglar los papeles. “Allí fue donde comenzó todo, donde encontré una casa, donde encontré a unos hermanos y donde me dieron una segunda oportunidad”, cuenta Ayoub agradecido.
La coordinadora del proyecto San Antonio de Padua, Arancha Méndez, explica que “lo primero que intentamos es darle visibilidad a un colectivo de personas que aparentemente no existe para el sistema”.
A través de un equipo multidisciplinar, el centro atiende a una media de 50 personas de diferente procedencia y que no siempre se trata de inmigrantes, ya que el centro está abierto a cualquier persona que se encuentre en una situación de vulnerabilidad. “En el transcurso de este año, 40 personas han sido atendidas y 27 han estado alojadas en el recurso”, afirma Arancha.
Con este proyecto, Cáritas, además, promueve el desarrollo de tareas de sensibilización de forma externa para dar visibilidad a las dificultades a las que se enfrentan los colectivos que están más desprotegidos. “También es muy importante el enfoque transversal que pretendemos otorgarle al Programa de Migraciones, para que otras iniciativas y acciones promovidas por Cáritas encuentren a través de él la fórmula más adecuada para dar respuesta a situaciones de desigualdad social. La idea es poder trabajar en red para facilitar la respuesta adecuada y poder ser más efectivos así”, puntualiza la coordinadora.
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