pamplona – “Ongi etorri refugiados” fue la particular reformulación navarrizada del ya icónico Refugees welcome. El manifiesto que hace unos días remitieron varios colectivos internacionalistas al Ayuntamiento no solo ha conseguido su objetivo de incluir a Pamplona en la red de ciudades de acogida. Además, y superando todas las expectativas, consiguió que la mañana de ayer fuese una demostración de solidaridad con los refugiados que a lo largo de las últimas semanas están llegando a Europa escapando de la guerra en lugares como Siria o Libia.

Alrededor de 2.000 personas se dieron cita en una concentración que comenzó a la una de la tarde en la Plaza del Castillo, y que recorrió la avenida de Carlos III hasta la Delegación del Gobierno para terminar con la lectura de algunos manifiestos en el Monumento al Encierro, en los que tomaron parte, además de los convocantes, algunas personas como la abogada June San Millán.

La manifestación, bajo el título Bienvenidos migrantes y refugiados, fue convocada por SOS Racismo Navarra, Amnistía Internacional y Papeles y Derechos Denontzat, aunque a lo largo del recorrido otros colectivos decidieron sumarse, como la Federación de Asociaciones Gitanas Gaz Kaló o la Plataforma de Afectados por las Hipotecas.

Sin embargo, más allá del agradecimiento a todos aquellos que decidieron formar parte de la marcha, el objetivo de la movilización fue concienciar al mayor número de personas del drama que se está viviendo estas semanas en torno al mar Mediterráneo y en muchas fronteras europeas. “La foto del chico en la playa ha sacudido las conciencias de muchos y eso ha permitido que la gente se solidarice más. Pero tenemos que tener claro que este es un problema que ocurre todos los días, y que hay que movilizarse para evitar que no se siga produciendo”, reflexionaba Javier Urroz, representante de Papeles y Derechos Denontzat.

Por eso, desde los convocantes se valoró positivamente que Pamplona pase a ser ciudad de acogida de refugiados. “Nos parece bien la iniciativa de ciudades refugio, porque la única manera de paliar esta situación es dando cobijo aquí a todas las personas que vienen de fuera como si estuviesen en su casa. Pero el problema de base está en los países de origen. En las guerras, las persecuciones y la miseria”, comentaba Emilio Baztarrica en representación de Amnistía Internacional, que entre sus planes baraja la posibilidad de procurar un cambio en las leyes migratorias en base a la convención de Ginebra.

En la misma línea se manifestó Beatriz Villahizán, representante de SOS Racismo Navarra. “Estamos ante una situación que es casi un problema de concepción del sistema; un problema de Derechos Humanos y fundamentales. Tenemos que seguir adelante denunciando la política de extranjería y control migratorio. Las ciudades refugio son un buen paso, pero un paso que se queda corto en lo fundamental”, remarcó.

problemas inmediatos Más allá del cambio en las normativas, el problema más inmediato es dar cobijo al cupo de refugiados que el Gobierno central decrete para Navarra, un arco que se presupone entre 59 y 323, y ya se plantean algunas fórmulas. “La idea principal es que quien tenga una vivienda vacía la done durante el tiempo que sea necesario. También, económicamente, dispondremos de una cuenta que todavía no está abierta, pero que tendrá que existir para cubrir gastos en alimentos, ropas… También precisaremos de profesorado: es múltiple la idea de ayudar a estas personas porque vienen sin nada”, reflexionaba Javier Urroz.

reunión en el ayuntamiento Por el momento, los colectivos convocantes tendrán la oportunidad de mantener una reunión en el Ayuntamiento de Pamplona para concretar y detallar cómo colaborará Pamplona en su nuevo papel como miembro de la red de ciudades de acogida. Será mañana, a las siete de la tarde, en una reunión organizada por la concejala de Bienestar Social, Edurne Eguino. “Todavía no sabemos bien en qué se va a traducir todo esto. No sabremos los detalles concretos hasta que no mantengamos la reunión”, especificaba Beatriz Villahizán.