donostia – La presión ciudadana que está forzando al Gobierno español a mover ficha para actuar con solidaridad y acoger refugiados dio ayer un paso más saliendo a las calles de Iruñea en protesta por la crisis humanitaria que vive Europa y para reclamar soluciones.

Varios cientos de personas participaron ayer por la mañana en la capital navarra en una manifestación que denunció “el horror” que están sufriendo ahora los refugiados y el que desde hace años padecen los emigrantes que llegan a Europa. Con el propósito de que “el silencio” no les haga “cómplices”, SOS Racismo, Papeles y Derechos Denontzat, y Amnistía Internacional se unieron para denunciar la actual crisis de refugiados, en su mayoría sirios, pero también “lo que está pasando en los últimos años en las fronteras de Europa” y que calificarían “de vergüenza si no fuesen crímenes, crímenes de lesa humanidad”.

Unos crímenes que, según las organizaciones convocantes, “comienzan con el expolio y las guerras o dictaduras impuestas en los lugares de origen por los intereses, entre otros, de la Unión Europea, y continúan con la represión en el tránsito migratorio y en el cruce de fronteras”. A ello agregan que ya en suelo europeo estas personas “siguen sufriendo la represión” por la “denegación de derechos como el acceso a la salud, el internamiento en CIEs y la deportación”.

Y en este sentido las organizaciones convocantes de la manifestación subrayaron que lo que está sucediendo ahora con refugiados sirios, afganos o iraquíes es “tan grave como lo que lleva sucediendo durante años en las distintas fronteras europeas”, aunque en esta ocasión la atención mediática prestada ha servido para que “el horror salga a la luz”, para que “se conozca una realidad negada por mucho tiempo”. Por eso, subrayan, “nos negamos a hacer distinciones, a establecer categorías”, entre refugiados y migrantes, ya que “todas son personas que salen de países desolados por políticas económicas y geoestrategias de los estados de la Unión Europea, de los países enriquecidos” y “todas mueren intentando llegar a Europa, todas sufren el horror”.

La movilización iba encabezada por una pancarta con el mensaje Bienvenidos refugiados migrantes en castellano, euskera e inglés. Durante la marcha se corearon consignas como Ninguna persona es ilegal, No más muros de las vergüenza o Nativa o extranjera, la misma clase obrera.

una tragedia Por parte de la plataforma Papeles Denontzat, Javier Urroz aseguró que lo que está ocurriendo en Europa es “una tragedia”. Señaló que “la principal medida para que no haya refugiados es que la guerra (en Siria y Libia) se pare” e hizo “responsable a Europa por su falta de claridad”.

Desde Amnistía Internacional, Adriana Goicoechea recordó “a los gobiernos que tienen responsabilidades en materia de derechos humanos” y que “desde el Pacto de Refugiados de 1951 de la ONU estamos obligados a atender a todas personas que huyen de conflictos y ven comprometidas su integridad y seguridad física y moral”. Por ello pidió a los países europeos “que cumplan con su responsabilidad”.

Beatriz Villaizán, de SOS Racismo Navarra, criticó “las políticas migratorias y las políticas de externalización de fronteras que son las que hace la Europa fortaleza y las que están obligando a la gente a buscar vías clandestinas y a jugarse su vida y la de los suyos”. Villaizán incidió en que “migrar no es un delito, sino un derecho fundamental”.

Acogida en Araba Por su parte, el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, en declaraciones a Radio Nacional, se refirió al anuncio realizado esta semana de que la capital alavesa será una ciudad refugio para acoger a solicitantes de asilo que huyen de conflictos bélicos como en los casos de Siria, Afganistán o Irak. Urtaran remarcó que se ha intentado dar respuesta a un “drama y una tragedia humana”. “Lo que hemos trasladado desde Diputación y Ayuntamiento de Vitoria es nuestra intención de reactivar el fondo de emergencia alavés, que tiene en este momento 92.000 euros, para poder hacer intervenciones sobre el terreno y organizar una acogida de familias refugiadas en nuestro municipio”, afirmó.

Señaló que las instituciones se han puesto en contacto con entidades que trabajan con refugiados y en estos momentos se encuentran a la espera de coordinarse con el Gobierno Vasco. “La capacidad de Vitoria dependerá de los cupos que se determinen. Según los primeros cálculos, se habla de que al territorio histórico de Araba podrían venir unas 40 personas, diez familias”, añadió.

Ayer también se hizo público que la Sociedad Deportiva Eibar donará cinco euros de cada entrada que venda para el próximo partido contra el Atlético de Madrid a la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur). Esta contribución se sumará a la anunciada el pasado jueves por el Ayuntamiento de la villa armera, integrada en la red de municipios de acogida a las personas que huyen de la guerra en Siria. – Efe/E.P.