Tras los vaivenes en su posición sobre el sistema de reparto de refugiados de la Comisión Europea, Mariano Rajoy se resiste a comprometer una cifra concreta de demandantes de asilo. Sin especificar números, el presidente del Gobierno ha asegurado tras la reunión con su homólogo británico, David Cameron, que “España no le va a negar el derecho al asilo a nadie”. Y ha añadido: “Nunca lo ha hecho”.

Aunque el Ejecutivo español boicoteó la propuesta europea de reparto de refugiados lanzada hace meses, ahora insta a Bruselas a actuar. El presidente del Gobierno ha solicitado la creación de “una política global de asilo y de inmigración” porque, según ha criticado, “debemos dejar la política de afrontar os problemas cuando estallan”. Sin embargo, la Comisión Europea lanzó hace cerca de cuatro meses un plan que incluía el reparto de 40.000 refugiados desde Grecia e Italia, cuyo sistema de reparto fue rechazado por el Ejecutivo español entre otros estados miembro. Rajoy se negó en su momento a acoger el número de personas que solicitaba la Comisión.

Acerca del plan de varios ayuntamientos, como Madrid y Barcelona, de crear una red de “ciudades refugio” y destinar recursos municipales a la acogida de demandantes de asilo, Rajoy ha tachado la iniciativa de “loable” pero ha aclarado que la comisión interministerial creada este viernes para estudiar la acogida de refugiados no se reunirá con cada uno de los municipios por razones de “efectividad”. En este sentido, ha añadido que “agradecen el ofrecimiento” de plazas y recursos pero recuerda que no saben "la cuota de personas que tendremos que acoger.

El presidente del Gobierno ha reiterado que Europa tiene que "ordenar este proceso y " trabajar conjuntamente, trabajar todos en el mismo sentido y con los mismos objetivos" para ser “eficaces en uno de los retos más importantes que nos vamos a enfrentar en años”.

A pesar de que Rajoy ha subrayado que España “nunca” ha negado el derecho al “asilo a nadie”, son muchas las denuncias que acumula a sus espaldas a cerca de la falta de acceso al asilo existente en las ciudades fronterizas de Ceuta y Melilla. El Gobierno defiende las devoluciones en caliente en las vallas de su frontera sur. Acnur y el comisario para los derechos humanos del Consejo de Europa aseguran que estas prácticas vulneran el derecho al asilo de las personas que saltan la alambrada.

Por su parte, el primer ministro de británico, David Cameron, ha anunciado este viernes de que ofrecerá reasentamiento a “miles de refugiados sirios”. Según ha informado trasladará a los solicitantes de asilo directamente de campos de la ONU limítrofes en vez de acoger a aquellos que ya han llegado a diferentes puntos de la UE, como establece el borrador del plan de la Comisión Europea.

La respuesta gubernamental ante las exigencias europeas de distribuir de forma equitativa a los refugiados por la Unión Europea se ha resistido. Durante el pasado mes de abril comenzaron los debates europeos acerca de la creación de un plan comunitario de reubicación y reasentamiento de solicitantes de asilo. Este programa elaborado por la Comisión Europea establecía una serie de cuotas para cada uno de los estados miembros.

A España le correspondía incialmente la recepción de 4.288 sirios y eritreos, procedentes de Italia y Grecia, y el reasentamiento de 1.549 solicitantes de asilo desde países no comunitarios. El Gobierno tachó la cifras de “desproporcionadas” e “injusta” y exigía a la Comisión unos criterios de reparto diferentes, que diesen mayor importancia el paro registrado en el país. Finalmente, ante e rechazo de todos los Estados miembros, la inciativa se quedó en un mecanismo voluntario. España se comprometió a la mitad del número de demandantes de asilo que le correspondía.

Este viernes Santamaría no ha hecho referencia a la “saturación del sistema de acogida” ni al criterio “injusto” de la Comisión Europea. Sus declaraciones han compuesto un alegato a la “solidaridad europea” ya la necesidad de acoger de forma “ordenada”. “No es solo acoger, es integrar”, ha enfatizado la vicepresidenta.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y las ONG encargadas de la acogida en España llevan años denunciando la falta de recursos destinados al asilo mientras las solicitudes de protección internacional se han duplicado. La falta de un aumento proporcional de los fondos ha debilitado el sistema de acogida español en estos últimos años. Muchos refugiados acaban en la calle a los seis meses de llegar a España, cuando aún no han logrado integrarse.