el drama de los inmigrantes

Navarra solicita ya al Estado autorización para acoger directamente a refugiados

Es la 1ª comunidad que se ofrece a estudiar con ACNUR la posibilidad de traer desplazados de los campos de Líbano El Ministerio debe conceder permisos para poder activar las vías de acogida

Diario de Noticias, Enrique Conde, 04-09-2015

pamplona – Navarra se quiere vestir ya con el mono de trabajo para no dejar pasar más días sin que se visualicen soluciones a la crisis humanitaria que se vive a raíz del conflicto sirio. El Ejecutivo que lidera Uxue Barkos anunció ayer su disposición para acoger a refugiados del conflicto sirio que “están viviendo el infierno de los campos de refugiados” y realizó un llamamiento al resto de Gobiernos autonómicos y a entidades locales a que colaboren en el mismo sentido. Navarra ha hecho ya partícipe de su iniciativa a otras comunidades como Andalucía, Asturias, Aragón, CAV, Catalunya y Comunidad Valenciana que han demostrado su buena disposición a realizar declaraciones semejantes y se han postulado en similar posicionamiento al efectuado desde Navarra. Madrid, Extremadura y Castilla León también han ofrecido su predisposición al Gobierno central.

La presidenta Barkos afirmó ayer en rueda de prensa que al Gobierno foral le gustaría “decir al mundo que Navarra quiere dar respuesta a la crisis de refugiados y que quiere ver a Navarra también como tierra de asilo”. La jefa del Ejecutivo foral manifestó que no basta con “la crítica” a los hechos que se están sucediendo, “sino que tenemos que ser agente activo en la solución a la crisis de refugiados”.

Así, el Gobierno de Navarra se encuentra estudiando con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) la posibilidad de la llegada directa a la Comunidad Foral de refugiados desde Líbano u otros países limítrofes al conflicto sirio, y a tal fin va a solicitar la oportuna autorización al Estado español. El Gobierno foral mostró asimismo su disposición a colaborar con la Comisión Europea y el Gobierno de España para recibir la cuota que pudiera corresponderle en la reubicación de personas que están llegando a Europa, preferentemente a través de Italia o Grecia, así como en el reasentamiento directo desde los campos de refugiados de los países limítrofes, como Líbano, gestionados por ACNUR. Por lo tanto, se trataría de dos vías distintas de llegada de refugiados, “ambas viables”, según el consejero Miguel Laparra, pero que para ser activadas dependen también de los permisos del Gobierno central.

petición de autorización Para materializar este procedimiento, el Gobierno de Navarra pedirá la autorización específica al Gobierno del Estado para que autorice la operación, dado que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores y también de la Subsecretaría Nacional de Inmigración dependiente del Ministerio del Interior. Además, Miguel Laparra pidió al Gobierno de España que “aumente su compromiso en cuanto a la participación en la reubicación de personas en la Unión Europea” y lamentó que “no tenía ningún sentido entrar en el regateo de las cifras, partiendo de que asumía un peso notablemente menor a su peso demográfico”.

apoyo económico y entidades Paralelamente, Laparra reclamó colaboración “en la financiación de los costes en la atención de estas personas”. “Cada administración tendrá que asumir la parte de responsabilidad que le toca. Al Gobierno de Navarra nos tocará dar los servicios generales a estas personas, y al central le tocará el apoyo económico para la supervivencia y garantizar una pervivencia adecuada una vez instalados aquí”, indicó. En el ámbito interno, el Gobierno de Navarra ha emprendido ya contacto con entidades sociales de Navarra para “ver su valoración sobre el tema y tratar de aunar esfuerzos en la gestión de esta crisis”, tras lo que ha destacado la “receptividad muy notable” que han mostrado estas entidades.

LOS DETALLES

El Gobierno español no puede guarecerse en que “trabaja en soledad”. La presidenta navarra recordó que la iniciativa de su Ejecutivo “es una oferta al Gobierno español para que no pueda guarecerse” en el argumento de que “trabaja en soledad”, recordó, además de apelar también a ciudadanía y entidades locales desde la “convicción” de que “Navarra ha de ser hoy tierra de asilo” cuando es preciso “un compromiso con quienes están viviendo en el infierno”.

La obligación y el compromiso. El consejero Miguel Laparra quiso diferenciar entre el fenómeno migratorio y el asilo y el refugio, “que tiene que ver con obligaciones legales y compromisos democráticos como la paz, los Derechos Humanos y la solidaridad internacional”. “Nos jugamos mucho, incluso la propia construcción europea, y por lo tanto todas las instituciones debemos dar la talla”, subrayó el vicepresidente, que anunció la creación de un grupo de trabajo con las asociaciones y entidades dispuestas a colaborar en la búsqueda de soluciones a la actual crisis humanitaria.

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