Europa abre ahora la mano
Canarias 7, , 04-09-2015
Bruselas planteará acoger a 120.000 refugiados más, mientras Alemania y Francia apostaron este jueves por un sistema «obligatorio y permanente» en respuesta a la violenta tragedia de miles de personas en el corazón de Europa.
La imagen de un niño ahogado en una playa turca, convertida en símbolo de la tragedia de los refugiados sirios, fue ayer una referencia constante para quienes reclaman a los líderes europeos que reaccionen de una vez ante el mayor éxodo que vive el continente desde el fin de la II Guerra Mundial.
«Pienso en las víctimas que no son fotografiadas, que son ignoradas, y en las futuras víctimas que habrá si no hacemos nada», señaló el presidente francés, François Hollande.
Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, apostaron ayer por un mecanismo «obligatorio y permanente» de acogida de refugiados, un sistema que Berlín califica de «justo» y París de «moral», pero que rechazan muchas de las naciones con fuertes flujos de inmigración.
Más de 350.000 inmigrantes y refugiados han llegado en lo que va de año a la Unión Europea, la mayoría a Italia, cruzando el Mediterráneo, y a Grecia, desde donde siguen camino a Hungría, para continuar viaje hacia países más ricos de la UE.
La Comisión Europea propondrá que los estados miembros se repartan a 120.000 asilados de los que se encuentran en Hungría, Grecia e Italia, el triple de los que planteó en mayo en un esquema que ya resultó polémico, según dijeron a Efe fuentes comunitarias.
El plan del Ejecutivo comunitario, que se presentará el próximo miércoles y aún es un borrador, sugiere sumar estas 120.000 personas a las 32.256 que ya se comprometieron a acoger los países de la UE en julio pasado y que el sistema sea más «automático».
La iniciativa pretende contentar entre otros a Hungría, uno de los países más afectados por la crisis migratoria y que ha reaccionado con las medidas más controvertidas, como la construcción de una larga valla o la adopción de penas de cárcel contra la inmigración ilegal.
En Ginebra la canciller Merkel defendió ayer «cuotas obligatorias en el seno de la Unión Europa para compartir los deberes, es el principio de solidaridad», y pidió respeto para las Convenciones de Ginebra.
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