VIENA – El jefe de la policía de Viena, Gerhard Pürstl, anunció ayer que sus agentes solo controlarán de forma esporádica y de acuerdo a las necesidades a los refugiados de Oriente Medio en su paso por Austria. “Si no se producen grandes despropósitos y no se requiere a la policía, ¿para qué intervenir?”, señaló ayer el jefe de la policía capitalina en declaraciones a la agencia de noticias APA.

La misión de la policía austríaca es garantizar la seguridad durante el flujo de refugiados por Austria, explicó Pürstl. “Pero lo que no haremos con seguridad es controlar a las personas en las estaciones y en los trenes, ni pedir su identidad ni detener a nadie. Es no es posible y no está previsto”, concluyó.

El pasado lunes pasaron más de 3.650 refugiados de Oriente Medio, en su mayoría sirios, afganos e iraquíes, por las estaciones de tren de Viena, procedentes de Hungría, para seguir a Alemania.

Mientras tanto, la empresa ferroviaria federal de Austria ÖBB señaló que para ayer se esperaba un tren de Budapest con destino a Graz, en el sur de la república alpina. El tren tenía previsto salir a las 16.00 hora local (14.00 GMT) y debería llegar, si no era detenido en la frontera, a las 22.00 hora local (20.00 GMT) en Graz, capital del estado federado de Graz.

Las autoridades austríacas estiman que cientos de refugiados podrían viajar al sur de Austria, para seguir rumbo a Alemania.

Por otra parte, un portavoz de ÖBB la empresa estatal de ferrocarril de Austria indicó que en caso de que Hungría deje salir trenes hacia la frontera entre ambos países, la compañía tiene ya listos numerosos trenes de gran capacidad para recoger a los pasajeros de allí y trasladarlos a Viena.

Estos trenes austríacos viajarían a la estación central de Viena, desde donde podrían seguir rumbo a Alemania. “Estamos muy contentos de tener esta solución a mano”, concluyó el portavoz de ÖBB en declaraciones a APA. – Efe