La Comisión Europea presenta un plan para repartir 120.000 refugiados
Esta propuesta seguiría los mismos criterios que la de mayo, que tomaba en cuenta el número de habitantes de los países de acogida y el impacto económico Los países solo han aceptado hasta ahora acoger a 32.000 personas procedentes de Siria y Eritrea El primer ministro húngaro considera que el drama de los refugiados es un problema "alemán"
Diario Sur, , 04-09-2015La Comisión Europea ha puesto ya sobre la mesa un plan para repartir 120.000 refugiados entre los Estados miembros con el fin de afrontar la actual crisis migratoria, ha indicado este jueves una fuente europea a la agencia AFP. “Como los mecanismos permanentes podrían llevar tiempo y la situación es apremiante en Italia, Hungría y Grecia, habrá una propuesta para reubicar de formar urgente a 120.000 (refugiados)”, ha explicado esa fuente.
España asumirá su cuota y convocará a la ONU
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha asegurado hoy que España está “perfectamente dispuesta a asumir la cuota de refugiados que le corresponda”, aunque ha dicho que este tema tendría que venir al final del proceso y que se precisa una política de asilo europea e incluso mundial. Margallo ha anunciado que en la reunión informal que mañana mantendrán los ministros del ramo de la UE se tratará el tema de la inmigración y los refugiados, y ha adelantado que pedirá una política común de asilo e inmigración europea y la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU en la que participen los países de origen, de tránsito y de acogida. “Mi preocupación, y ya se lo hemos dicho a la Comisión, es que hay que hacer, de una vez por todas, una política integral global” ante el fenómeno “más grave y doloroso” al que se tiene que enfrentar la comunidad internacional, ha declarado.
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El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, oficializará esa propuesta durante su discurso sobre el estado de la Unión el 9 de septiembre, tras haber recibido el visto bueno de los comisarios. El plan se sumará al reparto de 40.000 migrantes anunciado en mayo, que sólo afecta a los refugiados acogidos en Italia y Grecia.
Esa propuesta parece contar con el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, François Hollande. París y Berlín están de acuerdo sobre la imposición de “cuotas obligatorias” para la acogida de refugiados en los países de la Unión Europea, indicó este jueves Merkel en la ciudad suiza de Berna.
Los 28 Estados miembros se negaron hasta el momento a adoptar el sistema de redistribución de demandantes de asilo que propone Bruselas y sólo ofrecieron 32.256 plazas, en lugar de las 40.000 que reclamaba la Comisión.
Las normas sobre derecho de asilo en la UE estipulan que las demandas de los refugiados deben ser examinadas en el primer país en el que se registran. Según la fuente europea, el reparto de los 120.000 refugiados en la UE seguiría los mismos criterios que la propuesta formulada en mayo, que tomaba en cuenta el número de habitantes de los países de acogida y el impacto económico.
Aliviar la presión
Previamente, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha urgido a los Estados miembros de la Unión a que acepten repartirse la acogida de al menos 100.000 refugiados, para aliviar la presión sobre los países en primera línea de la crisis migratoria.
Este llamamiento se produce en medio de la conmoción mundial causada por las imágenes de un niño muerto tras un naufragio en el mar Egeo, cuando intentaba llegar con otros refugiados a una isla griega. Esas fotos del cadáver de Aylan de 3 años, camiseta roja y pantalón corto azul, con la cara contra la arena en una playa turca, han circulado en las redes sociales con la etiqueta #KiyiyaVuranInsanlik (“la Humanidad fracasada” en turco).
“Aceptar a más refugiados es un importante gesto de solidaridad real. Una justa repartición de al menos 100.000 refugiados entre los Estados de la Unión Europea es lo que necesitamos ahora”, dijo Tusk en rueda de prensa en Bruselas, junto al primer ministro húngaro, Viktor Orban.
Hungría miembro de la UE se ha convertido en uno de los principales lugares de tránsito de migrantes y sólo en el mes de agosto llegaron cerca de 50.000 con la intención de seguir hacia el norte, hacia Alemania y otros países de la Europa occidental.
La reapertura este jueves de la principal estación de Budapest provocó que centenares de migrantes se precipitaran hacia los trenes con la esperanza de viajar a Europa occidental. Los inmigrantes tomaron la principal estación de la capital húngara en cuanto las autoridades decidieron reabrir sus puertas. Unas 2.000 personas, bloqueadas en Budapest desde el martes, corrieron hacia un tren estacionado en la vía. Por megafonía se anunció que “por un periodo indefinido” no saldría ningún tren hacia el extranjero. Poco después salió con destino a la frontera austríaca un tren llevando entre 200 y 300 refugiados. Todo ello se producía mientras Orban se hallaba en Bruselas, para entrevistarse con los principales dirigentes de la Unión Europea y del Parlamento europeo.
“Nadie quiere quedarse en Hungría”
El primer ministro conservador aseguró que la crisis de migrantes no es un problema europeo, sino alemán, y defendió la política de su Gobierno para hacer frente a la ola de refugiados que pasa por su país. “El problema no es un problema europeo, es un problema alemán”, dijo Orban en rueda de prensa junto al presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz. “Nadie quiere quedarse en Hungría, en Eslovaquia, en Estonia, en Polonia. Todos quieren ir a Alemania. Nuestro trabajo consiste solamente en registrarlos, y eso haremos” aseguró.
“Los húngaros, los europeos tienen miedo, porque se ve que los dirigentes europeos (…) no son capaces de controlar la situación”, añadió el primer ministro, cuyo país es criticado por haber erigido una valla metálica en su frontera con Serbia. “Pido a Schulz que diga a los diputados europeos que dejen de criticar a Hungría, porque está haciendo lo que está obligada a hacer” afirmó Orban.
Poco antes, en un discurso ante diplomáticos, Donald Tusk había expresado el temor de que la crisis de los migrantes pueda crear una división entre el este y el oeste de la Unión Europea. “Disculpen la simplificación, pero hay una especie de división entre el este y el oeste de la Unión Europea”, dijo Tusk.
“Algunos Estados miembros sólo piensan en contener la ola de migrantes, lo que está simbolizado por la controvertida valla en Hungría, mientras que otros quieren más solidaridad al defender (…) lo que llaman cuotas obligatorias” de repartición de refugiados entre los 28 países de la Unión, explicó Tusk.
“Es un reto esencial y ambicioso hallar un denominador común”, alegó, en momentos en que Alemania ha criticado a países de Europa del Este que rehúsan acoger a refugiados mediante este sistema de repartición.
Varios países europeos ya han rechazado cuotas de repartición de refugiados y con cifras muy inferiores a los 100.000 que pidió Tusk y acordaron únicamente en una cumbre en junio pasado acoger voluntariamente a 32.000 personas procedentes de Siria y Eritrea, menos de los 40.000 que había propuesto la Comisión europea en mayo.
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