«Mis hijos se me resbalaron de las manos», relata el padre de Aylan

Abdalá Kurdi rechaza el asilo como refugiado que le ofrece tras la tragedia Canadá, tras denegarselo hace unos meses

La Voz de Galicia, , 04-09-2015

El padre del niño sirio de tres años ahogado frente a la costa turca y cuya imagen conmovió al mundo relató este jueves que sus hijos se le habían resbalado de las manos al hundirse la embarcación que los llevaba a Grecia. «Teníamos chalecos salvavidas pero el barco se hundió porque varios se levantaron. Yo sostenía la mano de mi mujer. Pero mis hijos se me resbalaron de las manos», declaró Abdalá Kurdi a la agencia de prensa Dogan.

El hombre ha relatado cómo ocurrió la tragedia en la que murieron sus dos hijos y su mujer, a los que quiere enterrar en la ciudad siria de Kobani. En esa ciudad de mayoría murieron 16 miembros de la familia que combatían al grupo yihadista Estado Islámico (EI), según el relato de Abdulá Kurdi al diario Sol.

Kurdi contó que la familia había pagado una suma a traficantes para que organizaran la travesía a la isla de Kos. Pero «la guardia costera nos detuvo y después nos liberó. Esta vez nosotros mismos conseguimos el bote y empezamos a remar hacia Kos», agregó. «Después de alejarnos unos 500 metros de la costa, en el bote empezó a entrar agua y se nos mojaron los pies. A medida que aumentaba el agua, cundía el pánico. Algunos se pusieron de pie y el bote volcó. Yo sostenía a mi mujer de la mano», recordó. «Las manos de mis dos niños se escaparon de las mías, intentamos quedarnos en el bote, pero el aire disminuía. Todo el mundo gritaba en la oscuridad. Yo no lograba que mi esposa y mis hijos oyeran mi voz», añadió. Relató cómo, fijando la mirada en las luces, consiguió nadar hasta la costa.

«Cuando alcancé la costa comencé a buscar a mi esposa y a los niños. Pensé que se habían asustado y escaparon. Llegué a Bodrum y no pude encontrarlos en nuestro punto de encuentro. Luego fui al hospital y me enteré de las tristes noticias», explicó. Los cuerpos de sus tres seres queridos están ahora en el Instituto Forense de la provincia turca de Mugla y Kurdi quiere sacarlos de allí y llevarlos de vuelta a Kobani.

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Varios niños fallecen ahogados tratando de llegar a las costas de Grecia
La imagen de Aylan Kurdi, de tres años, ahogado en la playa turca de Bodrum ha estremecido al mundo. En la tragedia murió también su hermano mayor, Galip, de 5 años, que aparece en otra foto en la que un gendarme turco lo lleva en brazos delicadamente, saliendo del agua del mar, para ser transportado a la morgue de un hospital. También pereció la madre de ambos, Rehan, y el único miembro de la familia que se salvó fue el padre, Abdulá.

El padre rechaza ahora el asilo de Canadá
La familia de Aylan solicitó el asilo como refugiados a Canadá, pero su solicitud fue denegada por el Gobierno canadiense del primer ministro Stephen Harper, según dijeron familiares de los fallecidos que residen en el país norteamericano. Fin Donnelly, un diputado del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) de Canadá, dijo a medios canadienses que en marzo de este año personalmente entregó al ministro de Inmigración de Canadá, el conservador Chris Alexander, una carta de la familia para patrocinar el refugio de los Kurdi.

Pero, según Donnelly, Alexander nunca respondió a la solicitud de Fátima Kurdi, hermana de Abdulá Kurdi, que reside en la provincia canadiense de Columbia Británica.

Ahora el padre ha recibido este jueves una oferta de asilo de Canadá para que vaya allí como refugiado, pero la ha rechazado. Además ha pedido a la comunidad internacional que haga lo posible para evitar sufrimientos como el suyo. «Quiero que el mundo entero nos escuche desde Turquía, donde hemos llegado escapando de la guerra. Tengo un gran sufrimiento. Hago esta declaración para evitar que otras personas tengan el mismo sufrimiento», dijo Kurdi a periodistas turcos delante del Instituto Forense de la ciudad de Mugla, en el suroeste de Turquía.

«He recibido una oferta del Gobierno de Canadá. Era una oferta para que yo pueda ir allí. Pero, después de lo ocurrido, no quiero ir. Voy a llevarme los cuerpos primero a Suruç (ciudad turca en la frontera con Siria) y luego a Kobani (ciudad siria cercana). Pasaré el resto de mi vida allí», explicó.

«Se me heló la sangre», dice la fotógrafa
La autora de la foto, la periodista Nilufer Demir, confesó al diario Hürriyet que se le había helado la sangre cuando vio el cuerpo del pequeño con su camiseta roja. «No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera oído en el mundo, y lo hice con su fotografía», dijo Demir. Relató que vio al hermano de Aylan a cien metros de distancia y se percató de que ninguno de los dos llevaba un salvavidas.

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