Europa negocia cuotas mientras sigue el éxodo imparable de refugiados

La Vanguardia, , 04-09-2015

Budapest/Berna, 3 sep (dpa) – Cientos de refugiados se niegan a ser trasladados a un centro de acogida en la ciudad de Bicske, en Hungría, después de que la policía local, que volvió a retirarse de la estación Este de Budapest, impidiera luego que continúen su viaje hacia el oeste de Europa.

Según confirmó la policía, unos 500 refugiados, que habían salido horas antes de la capital húngara, se negaron a bajar del tren y rechazaron cualquier asistencia y comida, al tiempo que exigían seguir con su viaje a Austria.

El tren había partido al mediodía hacia la ciudad húngara de Sopron, en la frontera con Austria. Según la agencia de noticias húngara MTI, la policía paró el tren en Bicske, a 37 kilómetros de Budapest. Policías, traductores y 20 autobuses aguardaban allí para llevar a los refugiados al centro de acogida de Bicske.

La policía dijo que se trató de una medida para controlar los documentos de los refugiados, lo que que no había sido posible realizar en medio del caos en la estación Este de Budapest.

Los refugiados que permitieron en Bicske el control voluntario de sus datos personales fueron trasladados a un centro de acogida. Aquellos que se negaron a un control, serán deportados al país por el que ingresaron, dijo el jefe adjunto de la Oficina de Inmigración húngaro, Attila Kiss.

En la mayoría de los casos es Serbia. Durante días, miles de refugiados estuvieron esperando en los alrededores de la estación la oportunidad de tomar un tren para continuar su viaje hacia el oeste, la mayoría hacia Alemania. En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, rechazó los comentarios que hizo el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien aseguró que la actual crisis es un “problema alemán”.

“Alemania hace lo que es requerido moral y legalmente. Ni más ni menos”, afirmó Merkel durante una visita a Suiza. Previamente Orban había apuntado que los refugiados no quieren quedarse en países como Hungría, Polonia o Estonia. “Todos quieren viajar a Alemania”, aseguró el político húngaro durante una visita a las instituciones europeas en Bruselas. Se trata de un “problema que nos afecta a todos en Europa”, dijo Merkel, agregando que el presidente francés, François Hollande, también coincide con esa opinión.

Alemania, Francia e Italia firmaron una declaración conjunta en la que piden reformar el actual sistema europeo de asilo, según recoge el documento al que tuvo acceso hoy la agencia dpa. El ministro de Exteriores alemán, Frank – Walter Steinmeier, su homólogo francés, Laurent Fabius, y el italiano Paolo Gentiloni piden una “mayor solidaridad” y una “distribución equitativa” de los refugiados entre los países de la Unión Europea (UE).

“La llegada de refugiados no puede ser un motivo para que se den las condiciones humanitarias catastróficas que hemos visto en las últimas semanas. Por lo tanto, necesitamos procedimientos e instituciones coordinadas, así como normas comunes en Europa”, dice el documento de cinco páginas. Según Merkel, Alemania y Francia están de acuerdo en la exigencia de cuotas obligatorias para el reparto de refugiados dentro de la UE, algo que hasta ahora han rechazado tanto Hungría como otros países del bloque.

La canciller alemana apuntó que el tamaño y capacidad económica de un país “naturalmente” deben tomarse en consideración en el establecimiento de cuotas y afirmó que Berlín tiene “multitud de aliados” en esta cuestión. Por otro lado, Merkel instó a Hungría a respetar la Convención de Ginebra, en la que se regula la protección de los refugiados de guerra.

Sin embargo, Orban advirtió a los inmigrantes que no acudan al país. “Por favor no vengan (…) es un riesgo venir. No podemos garantizar que sean aceptados”, dijo en una rueda de prensa en Bruselas tras reunirse con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Orban señaló que no sería moral ni humanamente correcto “falsificar” los sueños de la gente y defendió la construcción de la valla para proteger las fronteras externas de la Unión Europea. El primer ministro húngaro se mostró dispuesto a discutir sobre cuotas de reparto pero advirtió que para él tiene prioridad la seguridad de su país.

“La gente en Hungría tiene miedo (…) Y eso pasa porque los líderes y ministros europeos no son capaces de controlar la situación”, dijo. Hungría pide 8 millones de euros (unos 9 millones de dólares) de fondos de emergencia de la UE para afrontar la llegada de refugiados. En tanto, las autoridades turcas detuvieron hoy a cuatro personas sospechosas de ser responsables de la muerte de doce migrantes en un naufragio, entre ellos del niño refugiado sirio, cuya fotografía en la orilla de la playa de Bodrum provocó consternación en todo el mundo.

Según informó la agencia de noticias DHA en base a fuentes policiales, los cuatro hombres de origen sirio fueron apresados en Bodrum. Los detenidos, entre ellos el capitán de la embarcación que traficaba ilegalmente a los refugiados, están acusados de “negligencia intencional”, que llevó a la muerte de estas personas, informó la agencia de noticias Dogan.

La fotografías del niño, ahogado el miércoles ante las costas de Turquía junto a al menos otros 12 refugiados sirios, coparon hoy las portadas de los grandes diarios internacionales. También murieron su hermano de cinco años y su madre. Aylan Kurdi procedía de Kobane, en Siria, y realizaba junto a su familia el peligroso trayecto hacia la isla de Cos en Grecia. Según el diario canadiense “Ottawa Citizen”, la familia quería llegar a Canadá.

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