La Policía rumana informó hoy a su homóloga española de que puede enviar agentes al país balcánico cuando lo crea oportuno para repatriar a Sergio Morate, el principal sospechoso del doble crimen de Cuenca.

Así lo dijo a Efe Marius Mayer, comisario jefe de la policía de Timisoara, en el oeste del país balcánico, donde Morate se encuentra en arresto preventivo desde el pasado 13 de agosto.

“La Corte de Apelación (de Timisoara) nos mandó a las 11.00 hora local (08.00 GMT) el documento con la decisión definitiva” de la Justicia, aseguró Mayer.

El agente rumano, que se ocupa de la supervisión del acusado, señaló que, una vez obtenida la confirmación de la Corte de la Apelación de Timisoara, “la oficina Sirene (sistema para el intercambio de información a nivel europeo) comunicará a la policía española que pueden venir cuando quieran.”

Mayer precisó que Morate conoció la resolución de su recurso esta mañana, pese a que la Alta Corte de Casación y Justicia de Rumanía ratificó ayer por la tarde la extradición a España después de denegar su recurso por considerarlo “infundado”.

Sin embargo, aún se desconoce cómo lo trasladarán a España, reconoció el comisario.

“Las autoridades españolas podrían enviar un avión para llevárselo o bien a través de un vuelo regular de una compañía con salida de Timisoara y escala en Bucarest para luego dirigirse hacia España; ellos deciden”, explicó Mayer.

Desde el momento que entró ayer en vigor esa sentencia de la última instancia, la Policía española dispone de diez días para trasladar a España al sospechoso, aunque se prevé que se efectúe en los próximos días.

Morate, quien regresó anoche a Timisoara desde Bucarest, reiteró ayer su inocencia ante el juez de la máxima instancia de Rumanía y afirmó que “no existen pruebas” que apunten a su culpabilidad en el doble asesinato.

No obstante, el magistrado de la capital rumana argumentó que solo la Justicia española puede esclarecer su presunta implicación en el crimen y no la rumana.

Durante el recurso, Morate volvió a alegar que se celebraría un juicio injusto en España, debido a la fuerte mediatización del caso, y añadió que sentía temor por su vida ya que corre peligro por las amenazas de la familia de una de las víctimas.

El supuesto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska fue detenido en la tarde del pasado 13 de agosto en Lugoj, una localidad rumana de unos 50.000 habitantes, por una orden europea de arresto dictada por la justicia española.

La policía rumana fue informada al mediodía de ese día de que se encontraba un criminal, “el más buscado en esos momentos” en España, alojado en un pequeño apartamento de Lugoj.

En pocas horas, un dispositivo especial de la policía entraron en el pequeño estudio donde se toparon también con Istvan Horvath, amigo rumano acusado de encubrirlo, y la familia de este último, su hermano, su mujer y su bebé de unos dos meses.

Por la información que se ha obtenido de momento, se sospecha que Morate salió de España por la frontera de Portbou, en Girona, con su propio vehículo, el mismo día en el que desaparecieron Laura del Hoyo, de 24 años, y su exnovia Marina Okarynska, de 26 años, y en que supuestamente las asesinó.

Con la extradición de Morate a las autoridades españolas, también se entregarán sus pertenencias, entre las que se halla su coche, un Seat Ibiza verde, que sigue precintado en la comisaría de Lugoj.

El 6 de agosto fueron vistas por última vez las dos jóvenes, que habían ido a casa del sospechoso a recoger las cosas que Marina había dejado en ella.