Una tía del pequeño ha explicado que problemas burocráticos con las peticiones procedentes de Turquía motivaron la negativa.

La familia de Alyan Kurdi, el niño sirio de tres años cuya muerte en una playa de Turquía ha removido la conciencia mundial respecto al drama de los refugiados, intentó obtener asilo en Canadá, pero su solicitud fue rechazada por las autoridades de ese país, según ha relatado a un periódico canadiense, Teema Kurdi. La mujer, residente en Vancúver, ha explicado al National Post canadiense, que su hermano Abdullah, el padre del pequeño Alyan, llamó por teléfono a otra de sus hermanas y le comunicó el trágico destino de la familia.

En el naufragio de la pequeña embarcación con la que pretendían llegar a la isla griega de Kos, después de haber escapado de los combates en la ciudad siria de Kobani, murieron Alyan, un hermano suyo de tan solo cinco años y Rehan, de 35, madre de ambos y esposa de Abdullah. Teema Kurdi ha revelado que la familia había solicitado asilo en Canadá, pero problemas burocráticos con las peticiones procedentes de Turquía hicieron que su petición fuera desestimada.

Junto a los Kurdi, viajaban en el bote otras 23 personas, doce de las cuales se cree que han muerto en la truncada travesía que iniciaron en la zona de Akyarlar, en las cercanías del enclave turístico de Bodrum, al que el mar devolvió el cuerpo del pequeño Alyan.

Su tía Teena ha contado que estaba intentando ayudarles a completar con éxito los trámites para lograr el reconocimiento a su condición de refugiado. «Mis vecinos y amigos me estaban ayudando con los depósitos bancarios, pero no pudimos sacarlos y por eso se subieron a ese barco», ha declarado.

El Gobierno de Canadá ha matizado este jueves que no recibió ninguna petición de asilo para el niño Aylan Kurdi y su familia directa.

El padre de Aylan, Abdulá Kurdi, que también perdió a su mujer y otro hijo en un naufragio frente a las costas de Turquía, había asegurado que Canadá les negó el asilo. Sin embargo, la hermana de Abdulá, Tima, ha explicado desde Vancouver que inicialmente intentó llevar a Canadá a la familia de su otro hermano, Mohamed.

“No se merecían morir, no se lo merecían. Iban buscando una vida mejor. Esto no tendría que haber ocurrido”, ha lamentado la mujer, en declaraciones a los medios. “Para ser sinceros, no quiero culpar sólo al Gobierno canadiense. Culpo a todo el mundo de lo que pasó”, ha añadido.

El primer ministro del país norteamericano, Stephen Harper, ha lamentado la “terrible tragedia” vivida por la familia Kurdi, pero ha matizado que la información sobre la supuesta denegación del asilo “no es correcta”. Un portavoz de la oficina de Ciudadanía e Inmigración, Jean – Bruno Villeneuve, ha confirmado también que “no hay ningún registro de solicitud para Abdulá Kurdi y su familia”.