El Alto Tribunal de Casación y Justicia de Bucarest (Rumanía) ratificó ayer por la tarde la extradición a España de Sergio Morate, presunto asesino de las jóvenes conquenses Laura del Hoyo y Marina Okarynksa, cuyos cadáveres aparecieron el pasado 12 de agosto en una poza del nacimiento del río Huécar, en Palomera (Cuenca). Este traslado podría producirse «antes de 10 días» y sería «la Policía española la responsable de efectuarlo», según fuentes del Ministerio del Interior consultadas por este periódico.

Durante la mañana de ayer Morate declaró ante el magistrado Iulian Dragomir, e insistió en su inocencia, la que mantiene desde que fuera detenido en la localidad rumana de Lugoj el 13 de agosto, un día después de que se encontraran los cadáveres de Laura y Marina y cuando se cumplía una semana de su desaparición, según informa Efe.

El presunto asesino también ha mantenido que se opone «al dictamen de la extradición porque no existen pruebas» y que haber «salido en la televisión todos los días influye mucho». Morate se ha mostrado mucho «más expresivo» que en su vista anterior del pasado 24 de agosto, en la que se decidió iniciar el trámite de su extradición y que el sospechoso recurrió al más alto tribunal rumano, según sostiene su abogada, Claudia Cândea.

A esta letrada, que volverá a reunirse hoy con su defendido, no le consta que Sergio Morate «tenga ya abogado en España». «En Bucarest ha estado solo, aún más solo que aquí», refiriéndose a la localidad de Timisoara, donde Morate se encuentra retenido desde el pasado 13 de agosto en un centro de detención preventiva, según ha manifestado Cândea a EL MUNDO.

Fue trasladado a Bucarest durante la noche del lunes y regresó a Timisoara después de conocer la resolución del tribunal. Por el momento, cumple prisión preventiva hasta el 22 de septiembre. Ante la corte de apelación de esta ciudad, Morate sostuvo la semana pasada que temía volver a España porque tenía «miedo».

Su abogada explicó después que su miedo es «a las familias de las víctimas», Laura y Marina, y también «al entorno ucraniano de Mariana porque son muy peligrosos». A este respecto, el portavoz de la familia de Laura, su primo Luis Javier Chamón, explicó ayer a EL MUNDO tras hablar con la familia de Marina, ex novia de Morate hasta hace pocos meses, que el presunto asesino «esté tranquilo», que «las familias quieren justicia, que sea juzgado y pague por las muertes realizadas, que no se base en esas deplorables excusas».

«La familia se muestra satisfecha por la decisión del Alto Tribunal de Justicia de Rumanía y su extradición a España para ser juzgado por la Justicia española, lugar donde se han cometido los tan despreciables asesinatos. Confiamos en que se haga justicia y se aplique la ley en toda su contundencia para quien ha realizado estos premeditados y cobardes asesinatos a dos mujeres indefensas», manifestó Chamón en un comunicado ayer por la tarde.