Unanimidad en la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Bilbao, tras reunirse con carácter de urgencia ante la imputación de un hombre relacionado con la agresión de ideología nazi a un menor en el barrio Arangoiti cuando regresaba a casa el pasado 28 de agosto. El Consistorio urge al “rápido y total esclarecimiento” de la denuncia del joven, a la vez que condena “cualquier tipo de violencia o ultraje a los derechos humanos individuales o colectivos”.

El equipo de Gobierno asegura que ha estado “en permanente contacto con la Ertzaintza” desde que se conocieron los hechos. En ese sentido, se pide que se esclarezca lo sucedido de forma “rápida y total” y se reclama “respeto para que puedan desarrollar su trabajo con rigor y profesionalidad”.

Los seis grupos municipales hacen un llamamiento a preservar “la pacífica convivencia ciudadana” y reiteran su “condena más enérgica ante cualquier tipo de violencia o ultraje a los derechos humanos, sean por cuestión de raza, sexo, confesión religiosa o carácter fascista o totalitario”. Además, el Consistorio señala que seguirá participando “activamente” en los actos de repulsa convocados para convocar esta “lacra de la sinrazón que es la violencia, y hace un llamamiento a la sociedad a tomar parte en ellos”.

“Acuerdo insatisfactorio” para EH Bildu y Udalberri

Los grupos municipales de Udalberri y EHBildu han hecho pública por su parte una nota de prensa tras la Junta de Portavoces en la que explican que han firmado la declaración institucional por un “ejercicio de responsabilidad” pero aclaran que lo consideran un “acuerdo de mínimos” y que les resulta “insatisfactoria” porque, entre otras cuestiones, “llega tarde”. Recuerdan que la Junta de Portavoces se ha convocado “cinco días después de la brutal agresión neonazi” e insisten en que tienen claro el “carácter fascista” de la misma, que, según añaden, ha sido “llevada a cabo por una célula que lleva meses sembrando el odio” y “realizando ataques en la zona de Deusto y Arangoiti”.

Udalberri y EHBildu exigen la “inmediata desarticulación de esta célula de extrema derecha” y piden que se “investigue” y se “depuren responsabilidades” por “la filtración que se ha producido dentro de la Ertzaintza”, que dicen, “ha tenido como fin sembrar dudas sobre el carácter fascista de la agresión”. También dicen que no entienden cómo ante los graves hechos la persona imputada se encuentra en libertad o cuanto menos “sin orden de alejamiento alguna”.

Por otra parte, el centro de acogida Lagun Artean de Cáritas en Arangoiti, en el que trabaja el imputado, ha hecho público un comunicado en su página web en el que expresa su condena a “cualquier tipo de acción violenta contra cualquier persona y en cualquier ámbito”. Además, “ante las informaciones que están circulando”, muestra su disponibilidad a la “máxima colaboración” con las autoridades que investigan los hechos y se mantiene “a la espera de la resolución oficial de las citadas investigaciones”. Finalmente, recuerda que Lagun Artean es una asociación que trabaja hace más de 30 años por la inclusión social de las personas, en especial de las más necesitadas, por lo que en su ideario y su actividad “no cabe ninguna situación violenta de ningún tipo”.

Imputación

Imagen de las supuestas lesiones causadas a un joven de Bilbao por un grupo de neonazis
Horas antes de la declaración del Ayuntamiento, la Ertzaintza imputaba, aunque no detenía, a un varón por los hechos denunciados por el menor que aseguró que tres individuos le grabaron con una navaja una esvástica en un brazo, así como el número 88, también de simbología nazi, el pasado viernes en Bilbao. En una nota de prensa, el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco ha explicado hoy que “la imputación es consecuencia directa de la denuncia del joven”, quien señaló al varón ahora imputado “como uno de los agresores”.

Fuentes de la investigación han indicado que el varón identificado por el denunciante como su agresor ha acudido esta mañana a las dependencias de la Ertzaintza en compañía de un abogado de oficio. El hombre se ha limitado a negar su implicación en los hechos y se ha negado a realizar más declaraciones. Tras ello, la Ertzaintza le ha imputado por esta agresión sin llegar a detenerle y ha puesto el caso en manos del juez.

Según estas fuentes, la Ertzaintza mantiene sus dudas sobre la autenticidad de la denuncia. Estas fuentes han precisado que las características de la definición de la esvástica y el número 88 en el brazo del denunciante llevaron a la Ertzaintza a pensar que la grabación de estos símbolos nazis podría no haber sido forzada y que la denuncia podría ser falsa. El Departamento de Seguridad ha indicado que “al margen de dicha diligencia (la imputación), la investigación policial continúa en estos momentos, a la espera de los resultados de diferentes pruebas periciales y con el objetivo de esclarecer lo sucedido”.

Abordado por tres individuos

El menor, de 17 años, denunció ante la Ertzaintza que, sobre las 7.15 horas de la mañana del pasado viernes, cuando regresaba de las fiestas de Bilbao a su domicilio en el barrio de Arangoiti, fue abordado por tres individuos que le dieron una paliza y le grabaron con una navaja en un brazo una cruz esvástica y el número 88, también de simbología nazi. El menor manifestó en su denuncia “reconocer a uno de los agresores, por lo que la Ertzaintza procedió a su imputación formal”. Seguridad ha adelantado que, tras las pertinentes tomas de declaración, las primeras diligencias efectuadas serán enviadas al Juzgado de Instrucción correspondiente en las próximas horas.

Tras conocer la imputación el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha convocado a la Junta de Portavoces del Ayuntamiento a una reunión extraordinaria, y a su término el primer edil comparecerá esta tarde ante los medios de comunicación. En ese sentido, la coordinadora de grupos sociales y culturales de Arangoiti, tras reunirse con la familia “del joven agredido por un grupo de ultras nazis”, ha expresado su repulsa por este “delito de odio”, y se ha mostrado “consternada” ante la “pasividad” de la Policía autonómica y el Ayuntamiento.

Por ello, la coordinadora reclama a la Ertzaintza la detención “del culpable identificado por el agredido” y al Ayuntamiento que se posicione públicamente en contra de estos hechos “realizados por grupos ultra de extrema derecha”. Asimismo, los grupos sociales y culturales piden al centro de acogida Lagun Artea de Cáritas en Arangoiti, en el que trabaja el imputado, que “teniendo en cuenta que se conoce al presunto agresor, tome medidas para que personas de esta catadura moral dejen de estar realizando el trabajo de educadores sociales”.