El drama de miles de familias que huyen de la violencia ocupa durante estos días las portadas de los informativos. La situación ha llevado a que se ofrezcan respuestas desde el ámbito local, y el Ayuntamiento de Eibar ha aprobado una ayuda de emergencia de 2.000 euros que se canalizará a través de la agencia de la ONU para los refugiados ACNUR. Además, los responsables políticos locales han llamado a la solidaridad de los municipios ofreciéndose para acoger a refugiados.

El Ayuntamiento aprobó ayer la ayuda económica de emergencia, y el alcalde Miguel de los Toyos, se reunió con representantes del resto de partidos con representación en el Consistorio, EH Bildu, PNV e Irabazi. «Como ciudad nos ofrecemos, llegado el caso, a acoger a algunos de los refugiados, para lo cual disponemos del recurso de la colonia de Arrate», señaló De los Toyos, que situó la toma de esta decisión en base a que «Eibar siempre ha sido un pueblo solidario y debemos demostrar con hechos que seguimos siéndolo, aunque se trate de situaciones muy alejadas de nosotros». La violencia en Siria, Irak, Afganistán y en países del África subsahariana está haciendo que cientos de miles de personas se vean obligadas a abandonar sus casas, encontrándose en una situación de total desamparo. Por ese motivo desde el Ayuntamiento de Eibar se hace una llamada a la solidaridad y se recuerda que en el pasado los propios vecinos de la ciudad se vieron en esa situación. «Muchos eibarreses tuvieron que huir hace décadas, también por la guerra, a otros países donde fueron acogidos».

Llamada a la implicación local

Es obvio que Eibar no podrá solventar por si sola un problema que afecta a miles de personas. Sin embargo, la implicación de los municipios será importante para solventar esta crisis. De los Toyos se refirió al cupo de inmigrantes que cada país deberá acoger como «un concepto que me parece en sí mismo dramático, teniendo en cuenta que hablamos de personas y no de meros números», pero apostó por una llamada a la responsabilidad en todos los municipios. «Si cada pueblo de España, como queremos hacer en Eibar, hace un pequeño gesto, se puede asumir perfectamente la cuota de refugiados. Se trata de una guerra, no podemos mirar hacia otro lado, tenemos una obligación moral».