BARCELONA
El líder del PSC en el Ayuntamiento
de Barcelona, Jaume
Collboni, propuso ayer que
que en la comisión de Seguridad
impulsada por CiU y PP
para tratar el tema del top manta
se explore la Ordenanza de
civismo vigente, para empezar
a sancionar a los clientes por su
«corresponsabilidad con el comercio
ilegal».
La normativa municipal recoge
que las multas podrían llegar
hasta los 500 euros, pero el
socialista argumentó ayer que
la alcaldesa, Ada Colau, no está
aplicando el régimen sancionador
con eficacia.
«El incumplimiento de la
normativa supone un agravio
con los comerciantes y los productores,
que sí cumplen las
normas», aseveró el líder del
PSC en el Consistorio.
Asimismo, consideró que el
Ayuntamiento «tiene que cumplir
con su compromiso de
combatir el comercio ilegal» informando
a los turistas –la mayor
parte de los clientes del top
manta, según Collboni– de que
el fenómeno se da en la ciudad.
Como artífice de la comisión
de seguridad, el líder popular
Alberto Fernández exigió que
Colau dé la cara como responsable
de seguridad urbana de
Barcelona, y criticó que sus
«políticas de permisividad están
generando un efecto llamada
y convirtiendo el top manta
en pop manta por su expansión
en la ciudad».
También el portavoz de Ciutadans,
Paco Sierra, acusó a
Colau de haber generado «un
efecto llamada a las mafias de
la venta ambulante ilegal» y
exigió a la alcaldesa que explique
el protocolo y las órdenes
de la Guardia Urbana para acabar
con el fenómeno del top
manta.