BELÉN FERRERAS BILBAO
El Gobierno vasco tomó partido
ayer ante la crisis humanitaria que
sufre Europa con miles de personas
atravesando sus fronteras huyendo
de la guerra, y lo hizo con
claridad: «No se puede tratar a los
refugiados como si fueran fardos
incómodos», señaló el portavoz del
Gobierno vasco, Josu Erkoreka.
Erkoreka, que se mostró muy crítico
con el sistema de cuotas que se
está estableciendo entre los países
de la Unión Europea para repartirse
el contingente de personas que
reclaman asilo político, aseguró que
el Gobierno vasco está abierto a la
acogida de refugiados en Euskadi si
se produce una decisión en el marco
de las instituciones europeas.
En su comparecencia tras el
Consejo de Gobierno, el portavoz
afirmó que las instituciones vascas
están bien dotadas de recursos para
atender a estas personas que
son objeto de persecución.
En este sentido, puso en valor
que Euskadi siempre ha acreditado
una «actitud abierta en el fenómeno
de la inmigración» y esta actitud
«no tiene porque ser una excepción
con los refugiados» dijo.
Recordó, por ejemplo, la «actitud
modélica y generosa» del Gobierno
vasco en materias como la acogida
de menores inmigrantes no acompañados,
«más comprometida que
otras instituciones del Estado con la
misma competencia», el hecho de
que en el País Vasco no se haya retirado
la tarjeta sanitaria a los inmigrantes
sin papeles, «en contra de
la actitud restrictiva del Gobierno
central», o que en Euskadi exista
un turno especial de Justicia gratuita
para inmigrantes.
Erkoreka recordó no obstante
que la acogida de refugiados es un
tema que no puede abordarse desde
un ámbito territorial como
Euskadi y que habrá que ver cuál
es la decisión que toma finalmente
la Unión Europea y el Gobierno español
al respecto. Precisamente, la
oferta del Gobierno vasco para la
acogida de estas personas se produjo
justo el día en que el presidente
Mariano Rajoy se mostró dispuesto
ante la canciller alemana,
Ángela Merkel, a recibir más de los
2.739 refugiados que en principio e
corresponden a España dentro de
la política de cuotas establecida
por Bruselas entre los distintos países
de la Unión Europea.
Erkoreka insistió en que «si hay
un cambio de criterio» por parte
del Gobierno de España y se abre
a «una actitud más generosa, no
serán las instituciones vascas las
que se opongan a ello, todo lo contrario
». «Euskadi seguirá actuando
igual que hasta ahora con la inmigración
y en particular con los que
se quieran acoger al estatuto de refugiado
». indicó.
Erkoreka se mostró muy escéptico
respecto a la política de cupos
y cuotas con la que se está abordando
este caso en Europa, y consideró
que sería más razonable
que se abordara «desde la solidaridad
y la defensa de la democracia».