Rajoy se aviene ante Merkel a acoger un mayor número de refugiados
Las autoridades húngaras impiden a centenares de inmigrantes embarcar en trenes mientras se agrava la crisis
Deia, , 02-09-2015Berlín – Mientras otros cuatro refugiados morían y más de 1.000 eran rescatados en aguas del Mediterráneo, cuando intentaban llegar a Italia, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, cambió ayer su tradicional política cicatera en política de inmigración y admitió ayer ante la canciller alemana, Angela Merkel, acoger a un mayor número de refugiados de los previstos inicialmente por España siempre que se cumplan unas condiciones previas. Con el problema de los refugiados en plena efervescencia, este fue un asunto central de las conversaciones entre los dos líderes, y Rajoy dejó abierta la puerta a admitir más refugiados de los 2.739 a los que se había comprometido a acoger. Eso sí, siempre que se cumplan una serie de condiciones por parte de la Comisión Europea y de los países por los que acceden a Europa la mayoría de estos refugiados.
Para ello, reclamó a la CE que impulse sendas políticas comunes de asilo e inmigración, y que países como Grecia e Italia creen centros de registro de estas personas que pretenden acceder a Europa. “Mientras no los hagan, los acuerdos no sirven para nada”, subrayó ,mientras Merkel destacaba que había aceptado el principio de un reparto equitativo de los refugiados entre los países de la Unión Europea. El presidente español lo ratificó pero insistió en que lo esencial es lograr una política global ante este problema. “O somos capaces de hacer una política de asilo o no resolveremos nunca este problema”, sentenció. Además, ante el reparto de refugiados exigió tener en cuenta las circunstancias de cada país y parámetros como el número de personas extranjeras que ya ha recibido o la tasa de paro. Merkel explicó que está de acuerdo con Rajoy en que la política de asilo común debe ponerse en práctica y en que la Comisión Europea debe asumir sus responsabilidades y definir una lista de países de origen seguros, al tiempo que Grecia e Italia deben crear centros de registro. “Los que no tengan derecho a quedarse, deberán volver a sus países de origen, mientras que los que realmente sufren persecución tendrán que ser acogidos mediante un reparto equitativo en función de la fortaleza económica y la situación de cada país”, añadió.
Protestas en Budapest Mientras tanto, la policía húngara desató ayer en Budapest las protestas de cientos de inmigrantes y refugiados de Oriente Medio al impedirles embarcar en trenes hacia la parte occidental de Europa, continente al que han llegado este año ya 350.000 personas tras cruzar el Mediterráneo. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones presentados ayer en Ginebra, la aplastante mayoría de personas entró por Grecia, unas 218.000, mientras que a Italia llegaron 114.000, y 2.643 murieron en el trayecto hacia Europa.
En el centro de la capital se vivió una jornada de incertidumbre, rabia y desesperanza entre los centenares de inmigrantes acampados a la entrada de la estación de Keleti. Y es que las autoridades húngaras les prohibieron embarcar en los trenes a Austria menos de 24 horas después de que varios trenes repletos de refugiados partieran rumbo a Alemania. – DEIA/Efe
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