La canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado que si la Unión Europea no logra organizar un reparto equilibrado de refugiados entre los Estados miembros, peligrará el espacio Schengen, que permite a los europeos viajar sin control fronterizo entre los países que forman parte de ese acuerdo. “Si no conseguimos una distribución equitativa de los refugiados, entonces la cuestión de Schengen volverá a la agenda para algunos; y no queremos eso”, ha alertado en su tradicional rueda de prensa veraniega en Berlín.

Varios países europeos se oponen al sistema de cuotas de acogida de refugiados que propuso Bruselas antes del verano. Merkel avanzó que el reparto por cuotas según el volumen de población de cada país y su fortaleza económica figura en el plan que Alemania y Francia presentarán a sus socios en los próximos días.

Alemania prevé recibir este año unas 800.000 solicitudes de asilo, cuatro veces más que las que registró en el año 2014. Los que están llegando a Alemania son personas que huyen de la guerra en Siria y de otros conflictos, así como gentes que sufren penuria económica en África y en algunos países balcánicos.

“La mayoría de nosotros desconoce el estado de absoluto agotamiento que sufren los desplazados”, afirmó la líder democristiana. Merkel ha dejado entrever que la mitad de esos peticionarios podría encajar en los requisitos, y por tanto podrían quedarse en Alemania. Con todo, la canciller ha anunciado que, a más tardar el 24 de septiembre, presentará un paquete de medidas para agilizar la gestión de las solicitudes de asilo y el alojamiento de los refugiados.

Angela Merkel llamó a la ciudadanía alemana a que no siga a “los racistas y manifestantes de extrema derecha”, y advirtió que su Gobierno no tolerará este tipo de comportamientos. En lo que va de año han ardido una veintena de albergues que iban a hospedar a demandantes de asilo.

La canciller también recordó que hay muchísimos más alemanes que ayudan a los refugiados, que alemanes que protestan contra ellos. “Con demasiada frecuencia tienen prejuicios, frialdad e incluso odio en sus corazones”, dijo de los convocantes de manifestaciones xenófobas, una frase que ya usó hace meses para referirse a las marchas de Pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente).

Merkel –que esta tarde se reúne con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con la crisis migratoria como gran tema en la agenda – ha dicho que Alemania se ve capaz de afrontar el desafío que supone la llegada de centenares de millares de personas. “Nuestra economía es sólida, nuestro mercado de trabajo es robusto, y incluso dispuesto a absorber mano de obra”, ha dicho.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, explicó a finales de la semana pasada que para Berlín los “temas esenciales” a tratar en la visita de Rajoy a Alemania son “la situación en la Unión Europea”, así como la evolución de los conflictos cercanos. “Los dos líderes hablarán sobre la situación en la UE, en el este de Ucrania, el acuerdo de Minsk, Libia y Siria, y como es natural, el gran tema de la migración, que afecta a todos los países europeos”, dijo Seibert.

Angela Merkel ha recordado también que los ministros de Interior y Justicia de la UE mantendrán una reunión urgente el 14 de septiembre en Bruselas para abordar la crisis de los refugiados está registrando Europa.