budapest/parís – Hungría concluyó ayer la construcción de una valla alambrada de 175 kilómetros de longitud y metro y medio de altura a lo largo de su frontera con Serbia para impedir el paso de los refugiados que huyen de la guerra en Siria. Como esta valla no parece surtir el efecto deseado de disuadir a las miles de personas que buscan entrar en la UE a través de Hungría, las autoridades continúan con la construcción de una segunda valla, más sólida y de cuatro metros de altura, que esperan concluir en noviembre.

Esta medida fue ayer duramente criticada por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, quien calificó “escandalosa” la actitud de ciertos países del este de Europa ante la crisis de los refugiados. Aseguró que Hungría “no respeta los valores comunes de la UE” al levantar esta valla en su frontera y pidió al Gobierno húngaro que la desmantele.

Por su parte, el excanciller socialdemócrata alemán Gerhard Schröder advirtió en contra de tratar de poner fin a la avalancha en y hacia Europa con “nuevos telones de acero”. En un artículo que publicaba ayer el dominical Welt am Sonntag, Schröder afirmaba que “ni el Mediterráneo ni nuevos muros, como el que se está construyendo en Hungría, disuaden a las personas en su desesperación”. “No debemos tratar de impedir esta migración en y hacia Europa con nuevos telones de acero, sino que debemos conducirla, debemos integrar y debemos crear perspectivas en los países de origen”, subrayaba.

Por otra parte, los países europeos se reunirán de urgencia, por fin, el 14 de septiembre para tratar de hallar respuestas inmediatas a lo que califican de “situación sin precedentes” por la “llegada excepcional” de inmigrantes y demandantes de asilo político. El anuncio del consejo extraordinario de los ministros europeos de Interior y Justicia fue realizado por la presidencia luxemburguesa de turno, que atendió de esta forma el llamamiento realizado ayer previamente por Francia, Alemania y Reino Unido.

acogidas y repatriaciones La convocatoria coincidió con una ola de declaraciones de líderes europeos sobre la necesidad de actuar cuanto antes para asegurar que los refugiados políticos sean acogidos y los inmigrantes indocumentados por motivos económicos sean repatriados a sus países. “La situación del fenómeno migratorio fuera y dentro de la UE ha adquirido recientemente proporciones sin precedentes”, declaró el Gobierno luxemburgués.

La Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) de la UE y la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) informarán en la reunión urgente a los ministros comunitarios de los flujos migratorios. Una vez escuchado ese análisis, los ministros se centrarán en coordinar “la política de devoluciones, la cooperación internacional y las medidas para prevenir el tráfico con migrantes”.

Los ministros del Interior francés, Bernard Cazeneuve, alemán, Thomas de Maiziere, y británica, Theresa May, se vieron el sábado al margen de la reunión de nueve países europeos en París para aumentar la seguridad en los trenes, aunque hasta ayer no informaron de su petición a Luxemburgo de un consejo extraordinario. Los ministros demandaron que la cita tuviera lugar en menos de dos semanas para poder así “preparar eficazmente las decisiones” del Consejo de Justicia e Interior que deberá celebrarse el próximo 8 de octubre.

INTEGRACIÓN La canciller alemana, Angela Merkel, defendió ayer una pronta integración de los refugiados con derecho a permanecer en el país, al tiempo que pidió la rápida expulsión de los solicitantes a los que les es rechazado el asilo. “Para poder ayudar a los que están en situación de emergencia tenemos que decirles a aquellos que no lo están que no se pueden quedar aquí”, declaró Merkel. Su ministro del Interior, Thomas de Maiziere, dejó claro ayer que Alemania no será capaz de afrontar a largo plazo la actual avalancha de solicitantes de asilo porque, “a la larga, 800.000 (refugiados) son demasiados”.

El primer ministro francés, Manuel Valls, pidió a sus compatriotas que reciban y atiendan a los refugiados políticos, porque “quienes huyen de la guerra, las persecuciones y la tortura deben ser acogidos” en Francia. Y, en la línea alemana, reclamó “firmeza” contra la inmigración económica irregular y rapidez al examinar todas las peticiones de asilo.

El presidente del Gobierno italiano, Mateo Renzi, llamó a la Unión Europea a “dejar de conmoverse y empezar a moverse” para poner una solución al tema de la inmigración.