bilbao – Los grupos municipales de EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao pedirán hoy la convocatoria urgente de la Junta de Portavoces para que el Ayuntamiento de Bilbao denuncie el ataque “fascista” a un menor, al que tres neonazis grabaron una esvástica en un brazo el viernes por la mañana cuando regresaba a su casa en el barrio bilbaino de Arangoiti. Además, los tres grupos políticos elevaron ayer la voz para “pedir una respuesta unitaria” desde la institución local así como “la inmediata desarticulación de la célula fascista”.

“Estamos ante un hecho grave que ha generado una gran alarma social en el barrio. Asistimos a un salto cualitativo de una célula de extrema derecha que está sembrando el odio y el miedo por la zona”, advirtió la portavoz de EH Bildu, Aitziber Ibaibarriaga, quien subrayó que esta agresión “además de un salto cualitativo, es la gota que ha colmado el vaso”, en el barrio. Ibaibarriaga señaló que es preciso “cortar de raíz comportamientos y actitudes fascistas que no tienen ni tendrán cabida en nuestra sociedad”.

Por su parte, el grupo de Udalberri aseguró que los vecinos “ya habían advertido y denunciado la presencia de actitudes fascistas”. En un comunicado, el partido condenó la “agresión fascista” y se solidarizó con el menor y su familia, y reclamó una “respuesta unitaria” desde el Ayuntamiento. Udalberri recordó que, en el barrio donde fue agredido el menor, diversos colectivos sociales y vecinales “ya habían advertido y denunciado la presencia de actitudes fascistas” en la zona. Asimismo exigió que las instituciones sean “parte proactiva de la lucha contra el racismo y el fascismo” y consideró necesario que “luchen” junto a los vecinos para “erradicar esta lacra”.

Por último, Goazen Bilbao señaló en un comunicado que “ni las fiestas ni ningún otro sitio pueden ser espacios de impunidad donde algunos grupos o individuos imponen su violencia”.

El menor, de 17 años, denunció ante la Ertzaintza que, el pasado viernes, cuando regresaba a su domicilio, fue abordado por tres individuos que le dieron una paliza y le grabaron con una navaja en un brazo una cruz esvástica y el número 88.