crisis de refugiados
Una nueva tragedia frente a Libia
Un centenar de muertos, doscientos rescatados y otro centenar de desaparecidos al hundirse dos barcos con inmigrantes que habían zarpado de las costas libias
Deia, , 29-08-2015trípoli – Pese a la precariedad de sus medios, los servicios de guardacostas libios lograron rescatar ayer a unas 200 personas que naufragaron la pasada noche en el Mediterráneo cuando trataban de huir de la guerra y la desesperanza en sus países de origen. Los barcos libios también sacaron del mar un centenar de cadáveres de personas que se ahogaron cuando viajaban a bordo de las dos embarcaciones en mal estado que se hundieron el jueves frente a las playas de la ciudad septentrional de Zauara, bastión de las mafias. “Uno de los barcos llevaba a 400 personas (el otro 50). Cerca de 200 de ellas procedían de campos de refugiados en la provincia de Trípoli”, explicó Basam Gharabli, responsable de inmigración en la ciudad de Sabratha. Gharabli confirmó, asimismo, que otras unidades aún peinaban la zona, ya que se cree que alrededor de cien personas más estarían desaparecidas.
Aquellos que lograron esquivar la muerte fueron trasladados a un centro de acogida en la ciudad septentrional costera de Sabratha, vecina a Zauara y situada a unos 200 kilómetros al oeste de Trípoli, agregó. Muchos de ellos eran mujeres y niños, y en su mayoría procedían de países del África Subsahariana, precisó, por su parte, el portavoz de los servicios de aduana e inmigración de Zauara, Anwar Abu Deeb.
El responsable reveló que las autoridades de la zona han lanzado una operación policial para tratar de neutralizar la actividad de las mafias que trafican con personas y que ya se han practicado varias detenciones. Pero se quejó de falta de material logístico para los rescates y de acogida de inmigrantes y ayuda por parte de Europa. “No podemos saber cuántas embarcaciones de este tipo han partido del norte de Libia ya que toda la operación se hace al abrigo del secreto”, afirmó Abu Deeb, quien opinó que la falta de cooperación entre los guardacostas de Italia y Libia beneficia la actividad de las mafias. “Italia recibe apoyo y los barcos y los equipos necesarios para hacer frente a la inmigración ilegal, pero Libia no recibe nada. Este asunto debe ser abordado con seriedad” si se quiere acabar con la actual situación, agregó.
“parece que servimos a europa” Al hilo de estas críticas, Abu Deeb insistió en que Libia “quiere una colaboración real con los países del sur de Europa”. “Los que trabajan en el servicio de guardacostas libio tienen la sensación de estar trabajando para proteger a Europa y, al no recibir ni apoyo ni equipos, se sienten frustrados” y eso afecta “a las operaciones de rescate” y a la lucha contra la inmigración en una nación también debilitada por la guerra.
Libia es un Estado víctima del caos y la guerra civil desde que en 2011 fuerzas rebeldes apoyadas militarmente por la comunidad internacional lograron derrocar el régimen de Muamar al Gadafi. Desde entonces, el país está dividido, con un Gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Tobruk, que luchan por el control de los recursos naturales apoyados por miembros del antiguo régimen gadafista, islamistas, líderes tribales y señores de la guerra.
El enfrentamiento es aprovechado por los grupos yihadistas para ganar influencia y territorio, pero también por las mafias dedicadas a la inmigración irregular a Europa, que este año han conducido a la muerte a más de 2.500 personas en el Mediterráneo, según datos de la ONU.
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