Salones de juego, entidades bancarias, estaciones de servicio, establecimientos de comida rápida… No discriminaban. Todo les servía con tal de que cumplieran un único requisito previo: la aparente existencia de un buen montón de dinero en efectivo con el que huir.

Con ese objetivo por bandera y la seguridad que les otorgaban un arma de fuego y un cuchillo de grandes dimensiones, dos jóvenes madrileños lograron saquear poco tiempo una decena de establecimientos públicos, a los que muy probablemente pronto se habrían sumado otros cuantos de no haberlo impedido la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Las investigaciones se iniciaron el pasado junio, después de un robo en un salón de juegos de la localidad madrileña de Velilla de San Antonio. Los sospechosos penetraron en el local con el rostro encapuchado y, tras intimidar a los empleados con una pistola y un arma blanca, sustrajeron todo el dinero en efectivo.

En ese primer robo, que les permitió obtener un botín de unos 6.000 euros, los atracadores llegaron a amenazar a una empleada. Luego se dieron a la fuga en un vehículo de color oscuro.

Agentes del grupo de Atracos de la Guardia Civil de Madrid comenzaron a hacer gestiones en torno a esa pareja de delincuentes y averiguaron que sus colegas de la Policía Nacional también investigaban la comisión de varios atracos, de características muy similares, en otros establecimientos públicos de Madrid.

El cruce de datos permitió identificar el vehículo que empleaban para cometer los robos e identificar a los atracadores. Los agentes de ambos cuerpos les siguieron la pista hasta la Región de Murcia, a la que se habían desplazado para tratar de eludir la presión policial y, a la vez, para detectar nuevos locales en los que seguir cometiendo asaltos.

De hecho, no tardaron en desvalijar dos salones de juego en el municipio de San Javier.

Aunque los investigadores les seguían el rastro de cerca, no fue fácil echarles la mano encima, ya que los delincuentes se apercibieron de que estaban siendo sometidos a vigilancia y volvieron a poner tierra de por medio. Guajar Alto, en Granada, fue la localidad que eligieron para esconderse y el lugar donde finalmente fueron arrestados.

La operación conjunta concluyó así con el arresto de los dos jóvenes, vecinos de la localidad madrileña de San Fernando de Henares, quienes han sido identificados como J.M.G.G. y B.S.M, de nacionalidad española y 33 y 28 años, respectivamente. Ambos son sospechosos de diez delitos de robo con intimidación en Madrid y Murcia.

En un registro en el domicilio que ocupaban en Murcia, los agentes hallaron en un falso techo la pistola con la que cometían los robos, un cargador y tres cartuchos.

Los detenidos han ingresado ya en prisión, según un comunicado de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, la Unidad orgánica de la Policía Judicial de Murcia y la Jefatura Superior de Policía de Madrid.