La actual crisis socio – económica ha desplomado la tasa de empleo de la población extranjera, desde el 68% del 2008 hasta el 47% en el año 2014
Navarra cuenta con 86.404 personas de origen extranjero, el 13,5 % de su población, y aunque la crisis ha ralentizado el flujo migratorio, la mayoría pretende quedarse en la Comunidad foral a pesar de encontrarse con “dificultades muy serias de supervivencia”.
Así lo han explicado los sociólogos Eduardo Jiménez y Mikel Zugasti, director y miembro de la Fundación Anafe de CC OO de Navarra, respectivamente, al presentar en rueda de prensa un estudio sobre la crisis y las condiciones de vida de los inmigrantes que residen en la Comunidad foral.
El estudio constata que la actual crisis socio – económica ha desplomado la tasa de empleo de la población extranjera, desde el 68% del 2008 hasta el 47% en el año 2014 y también ha bajado “bruscamente” el número de afiliados extranjeros a la Seguridad Social, pasando de representar el 11% de la afiliación al 7,9%.
En relación al año 2007, momento previo al inicio de la crisis, el paro extranjero se dispara al 220% por el 139% para el conjunto de la población y la tasa de paro extranjero en 2014 (39%) es más del doble que la registrada por el conjunto de la población (16 ).
Además, casi 3 de cada 10 personas inmigrantes carecen de cualquier tipo de ingreso económico y, de los que tienen ingresos, el 80 cuenta con menos de 1.000 euros al mes y en el 50% de los casos con menos de 700 euros.
Su acceso laboral tiende a ámbitos y ocupaciones más precarizadas, aunque el empleo y la familia son los dos grandes motores que les impulsan a salir de sus países.
Respecto a la vivienda, el estudio subraya que la crisis ha laminado el régimen de propiedad entre la población inmigrante, pasando del 25 al 13%, y ha potenciado regímenes “más precarios” como el subarriendo, que ha crecido del 6 al 16%, aunque el acceso a la vivienda más mayoritario (67%) es el alquiler.
En cualquier caso, se trata de viviendas “sobreocupadas” en relación al conjunto de la población, ya que su media de personas por casa es de 3,9 frente al 2,6 y 2,5 de la media de la población total.
En cuanto a la salud, el informe revela que el 98% de la población inmigrante cuenta con Tarjeta Individual Sanitaria, aunque los que están en situación irregular tienen “ciertas dificultades” para acceder a ella y solo un 84 % de ellos la poseen.
No obstante, Jiménez ha advertido de que los cambios normativos están generando “serias dificultades” en el acceso a la salud, cuya universalidad, ha dicho, “se ha puesto en entredicho”.
Eduardo Jiménez ha precisado además que, aunque buena parte de la población inmigrante tiene permiso de residencia y de trabajo, todavía hay una “bolsa de irregularidad” que se sitúa en torno a las 4.000 personas.
El responsable de Anafe ha comentado además que un “fenómeno novedoso” en el que a su juicio hay que profundizar lo integran las personas sin trabajo de origen comunitario, como rumanos o búlgaros, que “se encuentran en una especie de limbo legal”, sin poder ser expulsados ni tener trabajo ni acudir a un sistema de protección social.
Se trata de “un foco creciente” de “vulnerabilidad”, ha precisado Jiménez, quien, al relatar que la crisis ha golpeado más al colectivo de inmigrantes, ha puesto como ejemplo que el 65% de los desahucios llevados a cabo en Navarra han afectado a extranjeros.
Por todo ello, el responsable de la Fundación Anafe ha considerad “evidente” que es necesario replantearse las políticas sociales y fortalecer los recursos destinados a estos colectivos. “Urge un plan de choque de medidas urgentes de lucha contra la pobreza en Navarra”, ha concluido.