Dirigente inmigrante dice que Trump los usa como chivo expiatorio

La Vanguardia, , 28-08-2015

Chicago (EEUU), 27 ago (EFE).- La defensora de los derechos de los inmigrantes mexicana Elvira Arellano dijo hoy que el magnate Donald Trump, y los demás precandidatos presidenciales republicanos, usan a los inmigrantes mexicanos como “chivos expiatorios” y los atacan para descargar su “odio, racismo, discriminación y xenofobia”.
“(Los republicanos) Tratan de usar a nuestros hijos ciudadanos como si fueran de segunda clase”, dijo a Efe Arellano en una entrevista en Chicago en la que calificó de “vergonzosas” las declaraciones de Trump sobre los mexicanos.
Arellano, que tiene dos hijos, de los que el mayor nació en Estados Unidos, opinó que Trump debería ser el primero en renunciar a su ciudadanía “si cree que los hijos de inmigrantes no la merecen, porque él tiene raíces inmigrantes”.
Los abuelos paternos del promotor inmobiliario eran alemanes y su madre llegó desde Escocia.
“La Constitución protege claramente a los hijos ciudadanos”, afirmó Arellano, quien recordó que la comunidad inmigrante “ha dado hijos que han muerto en las guerras para defender a este país”.
El plan de Trump en materia migratoria, tema central de su campaña, contempla la deportación de los más de once millones de indocumentados que se calcula que viven en Estados Unidos, así como acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, estipulado en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.
Esta idea es el colofón a una serie de comentarios realizados por el magnate desde que el día que anunció su deseo de ser el candidato republicano a la Presidencia se refirió a los inmigrantes mexicanos como “criminales” y “violadores”.
La propuesta migratoria que Trump ha sido apoyada por otros candidatos republicanos, como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el senador por Texas Ted Cruz.
“Somos víctima del odio, racismo, discriminación y xenofobia de los republicanos, que le sacan jugo al tema de los inmigrantes, pero todos tenemos derecho a una vida mejor”, agregó.
Arellano, oriunda del estado mexicano de Michoacán, se convirtió en la abanderada de la lucha de los indocumentados después de ser detenida en 2006 con documentos falsos mientras trabajaba como limpiadora en el aeropuerto O’Hare, de Chicago, y resistirse a la orden de deportación durante un año refugiada en una iglesia.
Tras abandonar en 2007 el refugio que le ofrecía el templo metodista Adalberto, viajó a Los Ángeles, donde fue detenida dos días después y deportada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Tras una ausencia de siete años, regresó a Estados Unidos en marzo de 2014 con una visa humanitaria, porque en México se sentía “perseguida y hostigada”, y ahora aguarda la oportunidad de plantear en un tribunal una petición de asilo.
“Sé a lo que me arriesgo, porque si me niegan el asilo me van a deportar por tercera vez y castigar para que no regrese a los Estados Unidos por 20 años”, manifestó.

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