Hispanos claman contra la hostilidad de Trump hacia el periodista Jorge Ramos

La Vanguardia, Beatriz Pascual Macías, 27-08-2015

Washington, 26 ago (EFE).- Diferentes voces hispanas de EEUU, desde pequeños negocios hasta congresistas, expresaron hoy su rechazo a la hostil actitud hacia los inmigrantes del precandidato presidencial republicano Donald Trump, cuyo último capítulo es la expulsión de una rueda de prensa del periodista Jorge Ramos.

La expulsión de Ramos, presentador de la cadena Univisión y considerado por “The New York Times” como “el Walter Cronkite de los hispanos” en alusión a la influencia del legendario periodista, fue hoy en el principal tema de conversación en los pasillos del Congreso y en negocios regentados por latinos.

“Callar a Jorge Ramos es tratar de callar la voz de los hispanos”, dijo a Efe Genero Villa, experto financiero de 23 años que trabaja en el estado sureño de Virginia y que ayer comentó con su familia en El Paso, en el estado sureño de Texas, la última de las muchas salidas de tono del magnate inmobiliario durante la campaña.

“Espero que esto haga reaccionar a la comunidad hispana. Que el activismo de Jorge Ramos les inspire a ser más activos y a votar más”, expresó Villa, estadounidense de origen mexicano que, durante años se sentó frente al televisor para saber qué ocurría en el mundo a través de Ramos.

La grabación en vídeo de la expulsión de Ramos, de origen mexicano, en una rueda de prensa en Iowa se ha convertido en viral en las redes sociales, aunque el magnate le permitió regresar a la sala y entabló con él una discusión sobre inmigración.

En el vídeo, se repite una y otra vez la imagen del presentador escoltado fuera de la sala y las palabras de Trump: “Por favor, siéntese, no se le dio la palabra. Siéntese. Regrese a Univisión”.

“Estoy orgulloso de Jorge Ramos por defender sus derechos frente a un matón como Donald Trump”, destacó en declaraciones a Efe el congresista demócrata Luis Gutiérrez, que respaldó en Twitter la campaña de apoyo al presentador.

“El antídoto para los políticos que atacan a los latinos es la ciudadanía y los votantes. Donald Trump está actuando como un dinamizador para impulsar que los latinos pidan la ciudadanía si son aptos para ello y voten si ya son ciudadanos”, dijo Gutiérrez, defensor de una reforma migratoria.

De hecho, según una encuesta de la empresa demoscópica Gallup publicada esta semana, los hispanos de EEUU tienen una opinión muy negativa de Trump debido a sus polémicas propuestas migratorias, entre ellas la construcción de un muro en la frontera con México y la expulsión de 11 millones de indocumentados.

En concreto, el 14 % de los casi 650 hispanos entrevistados para el sondeo indicaron que ven al magnate inmobiliario de manera favorable, mientras que el 65% tienen una opinión negativa de é.

“Si este hombre tuvo valor de echar a un ciudadano estadounidense, periodista, ¿qué va a hacer cuando esté en la Presidencia? Pues va a echar a todo el mundo y se va a quedar solo con los viejitos igual que él”, consideró Francisca Celaya, de origen salvadoreño, que llegó a EEUU hace casi tres décadas.

A pesar del abrumador respaldo que el presentador ha recibido, el comentarista político y profesor de la Universidad George Washington Michael Cornfield cree que “los periodistas y celebridades que intercambian palabras con Trump solo lo validan ante sus partidarios”, según dijo a Efe.

En vez de apostar por la confrontación racional y directa, Cornfield, experto en retórica presidencial, consideró necesario que los otros republicanos encuentren temas diferentes a los que Trump ha puesto sobre la mesa, para privarle de atención y reconquistar el terreno que el magnate les ha arrebatado.

“Hay todavía dos fuerzas que tienen que hablar y que son mucho más importantes que Trump. Una de ellas son los votantes, silenciados hasta 2016. Todos los votantes, no solo los votantes hispanos. Y la otra fuerza son los líderes religiosos, especialmente el primer papa latinoamericano de la Historia”, apuntó.

La primera visita del papa Francisco a EEUU, entre el 22 y el 27 de septiembre, ha generado una gran expectación entre los inmigrantes, que esperan que el pontífice se ponga de su lado con un mensaje de reconciliación, en un momento en el que el debate migratorio y las tensiones raciales están a flor de piel.

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