«Esta vez volveré con mis hijas»

Las niñas, cuya custodia pertenece a su madre, viven en el país africano de manera irregular tras ser secuestradas por su padre hace dos años Amparo León afronta su tercer viaje a Argelia para recuperar a Sara y Fátima

Las Provincias, JOAN MOLANO, 27-08-2015

El caso de Amparo León Bartual genera rabia e impotencia también en quien lo escucha. «Estoy perdida, pero no pienso dejar de luchar por mis niñas», fueron sus primeras palabras entre lágrimas a LAS PROVINCIAS. Quiere encontrar una solución a un problema que se está dilatando demasiado en el tiempo. «La pequeña, Fátima, apenas me reconoce cuando me ve», lamenta. Ya no sabe de qué manera lograr su único objetivo vital en estos momentos: recuperar a sus dos hijas.

Poner fin al calvario que vive esta ‘madre coraje’ de Alaquàs resulta sencillo una vez se conoce su historia, sin embargo, «el Estado español no responde y así todo se vuelve muy difícil». «Mis hijas fueron secuestradas por su padre y viven obligadas en un país extranjero. No tienen documentación, son ciudadanas españolas, están en una situación irregular allí desde hace dos años y deben ser repatriadas», cuenta al tiempo que muestra los documentos que dan credibilidad a su testimonio.

La joven denunció en 2013 a su exmarido argelino, Abdenour Zorgani, por incumplir el acuerdo de custodia y llevarse en agosto a su país a las dos hijas de la pareja, Sara y Fátima, en contra de su voluntad.

El padre de las pequeñas – de 10 y 7 años – se las arrebató a Amparo aprovechando que éstas se encontraban de vacaciones en París con él mientras la madre recibía tratamiento médico en Valencia por un cáncer que padecía. «Ya estábamos divorciados, dejé a mis hijas con él y quedamos en que yo regresaría a Francia lo antes posible. Fui una incrédula. Al día siguiente llamé para ver cómo estaban y el teléfono ya no daba señal. Robó los pasaportes y se las llevó», relata Amparo a este periódico. A partir de entonces sus días se volvieron «un infierno».

Una nueva lucha

La Fundación Novaterra y el área de Servicios Sociales del ayuntamiento de Alaquàs han supesto una ayuda «enorme» para Amparo. Gracias a ambas ha podido desplazarse hasta Argelia para reunirse con sus hijas en dos ocasiones y ha contado con asesoramiento legal.

La ‘madre coraje’ valenciana viajó por primera vez al país africano en mayo de 2014. Llevaba un año sin «tocar» a Sara y Fátima. Regresó con las manos vacías y la rotunda negativa de su expareja a entregarlas. «Si quieres ver a tus hijas, tendrás que venir», fue el mensaje de despedida de Zorgani. Amparo, lejos de rendirse, aterizó en Argel el pasado mes de febrero. «Las niñas allí no están bien, sin hogar fijo, sin escolarizar y sin ir al médico», denuncia León.

«He intentado por las buenas acercarme al padre de mis hijas para poder tener contacto con ellas. Le he prometido retirar todas las denuncias si me deja traerlas a España, pero no accede», afirma. El próximo 30 de agosto llevará a cabo su tercer intento por recuperar a sus pequeñas. Ha solicitado un visado de un mes al consulado argelino, que espera ampliar a seis «nada más llegar».

Su lucha consistirá ahora en conseguir que un juzgado de allí ejecute la sentencia española de divorcio que le atribuye a ella la custodia de las niñas y poder sacarlas así del país de forma legal, «no como hizo su padre». Pese a que Amparo ha solicitado la cobertura de la Administración española para poder ejecutar la sentencia donde se le atribuye la custodia de sus hijas, el Estado español ampara su inactividad en que es una simple cuestión relativa a particulares y que no es otro que el propio particular quien debe instar su ejecución en Argelia.

«Necesito toda la ayuda posible desde España, sobre todo económica para poder contratar un abogado argelino; espero que el nuevo gobierno valenciano haga algo después de conocer la situación en la que me encuentro. Ruego que estudien mi caso», reclama la progenitora.

Antes de que el padre se marchara a Argelia con las niñas, la pareja ejercía la patria potestad de forma compartida con un régimen de visitas amplia para el padre, aunque una juez de Valencia concedió a la madre la custodia de las dos menores. Además, el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valencia estableció que ambos progenitores tenían que adoptar, de mutuo acuerdo, las decisiones importantes que afectaran a sus dos hijas.

Amparo aterrizará en Argel dispuesta a que se haga justicia: «Esta vez volveré con ellas».

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