Donald Trump, ¿estratega o payaso?
Las salidas de tono del principal aspirante a la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos, un multimillonario forjado como comunicador en un 'reality' televisivo, le catapultan en las encuestas al convertir el insulto racista en un mensaje con gancho electoral
El Correo, , 27-08-2015¿Es Donald Trump un estratega o un payaso? Todavía es pronto para responder a este pregunta puesto que no ha finalizado el camino a la nominación del candidato republicano a las elecciones norteamericanas, pero los continuos insultos del multimillonario ya empiezan a surtir efecto. Todas las encuestas le sitúan por encima de sus rivales en las preferencias del público y está consiguiendo que todo el mundo hable de él mientras que sus rivales están sumidos en la invisibilidad. El 24% de los votantes republicanos le apoya – encabeza las preferencias de ese sector – , seguido por Jeb Bush – el ‘heredero’ de los dos expresidentes George, su padre y su hermano – , quien concita el respaldo del 13%.
En términos de éxito electoral, no hay duda de que sus provocaciones le están saliendo rentables. Su estrategia no es complicada. Sabedor de que los latinos son un voto demócrata y él nunca formará parte de sus preferencias, Trump está azuzando a los republicanos con declaraciones fuera de tono, con una demagogia alimentada por el insulto xenófobo y los fantasmas racistas. Y no sólo contra los mexicanos. Los chinos, el enemigo exterior, también se encuentran en la diana de sus diatribas. Según diversos analistas, el mensaje está calculado y debe tenerse en cuenta que desde 2004 hasta este año ha sido la cabeza visible de un ‘reality’ llamado ‘El Aprendiz’ – emitido por la NBC – , en el que debía seleccionar entre varios aspirantes a un futuro miembro de su vasta red empresarial. Sus proclamas se ajustan a los códigos de la televisión más salvaje: tienen impacto, buscan escándalo y se olvidan de los matices que pueden distraer al espectador. Y carecen de escrúpulos. Las dudas sobre si conseguirá la nominación, y por lo tanto participará en las elecciones de 2016, se mantienen pero lo que no admite discusión es que el empresario es el eje alrededor del que están girando las primarias.
Estas son sus frases más polémicas:
Sobre México: “Cuando México manda a su gente, no manda lo mejor. Envía gente con un montón de problemas y nos traen esos problemas: traen drogas, traen crimen, son violadores”, afirmó. “Construiré un gran, gran muro en la frontera sur. Y haré que México lo pague. Nadie levanta los muros mejor que yo y los hago baratos”. Estas palabras de Trump, empresario inmobiliario, provocaron una reacción en la comunidad latina, que cargó contra él sin que le importara un ápice. Ayer mismo prosiguió con su campaña. Se negó a atender en una rueda de prensa a un periodista de la cadena mexicana Univisión, Jorge Ramos, aunque finalmente aceptó sus preguntas. Pero a la tarde rizó el rizo: Anunció que jamás volvería a comer galletas Oreo tras saber que el fabricante de este producto iba a abrir un planta en México.
Los chinos: China, el gran rival de Estados Unidos en cuanto al crecimiento económico, es otro de los enemigos favoritos de Trump. Sobre sus habitantes ha dicho, por ejemplo: “El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos, para volver a la industria manufacturera estadounidense no competitiva”. En la frase mata dos pájaros de un tiro: arremete contra los rivales económicos y contra el presidente, Barack Obama, uno de cuyos programas estrella ha sido la lucha contra el cambio climático. “China se ha hecho con gran parte de nuestra riqueza. Se llevaron nuestros empleos. Se llevaron nuestros negocios. Se llevaron nuestra manufactura. No culpo a México, China es aún peor”, también ha afirmado
Las mujeres. El mensaje más machista y rancio de Trump asoma en cuanto se le presenta la ocasión. Sin embargo, también tiene un punto de cálculo. Las mujeres a las que atacan son preferentemente demócratas y vinculadas al mundo más liberal de Hollywood, un sector que en la derecha norteamericana despierta las iras más furibundas . En el primer debate televisivo de la cadena Fox, la presentadora Megyn Kelly le recordó a Donald Trump sus comentarios misóginos, por frases en las que se ha referido a las mujeres llamándolas “cerdas gordas, perras y animales desagradables”. El magnate respondió que sólo se refería a Rosie O’Donnell, una artista y presentadora de televisión, lesbiana y declaradamente demócrata. Este insulto despertó los aplausos del público en el estudio y entonces Trump se deslizó más rápido por la pendiente. Más tarde, refiriéndose a Kelly y sus incisivas preguntas aseguró: “Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su… donde sea”. Por un comentario tan soez, organizaciones republicanas le retiraron su apoyo. Hay más mujeres que se han ganado sus insultos. Sobre la cantante Cher, también una militante demócrata, escribió en Twitter: “Cher, yo no uso peluca… Es mío. Y prometo no hablar de tus masivas cirugías plásticas que no funcionaron”.
Obama. El presidente de EE UU es su objetivo predilecto. Ha llegado a llamarle “incompetente” e, incluso, a dudar que que haya nacido en Estados Unidos. La presión de Trump en este terreno fue tan brutal que obligó a Obama a hacer pública su partida de nacimiento. Siempre se ha jactado de este hecho como su gran éxito político. Sobre el presidente también ha afirmado. “No sé cómo somos tan estúpidos y tenemos a un presidente como Barack Obama”..
Sus rivales. > Los candidatos republicanos también han sido objeto de las críticas de Trump, en especial el senador John McCain, que le había llamado “tonto” por sus críticas a los latinos. Sobre él dijo: "No es un héroe de guerra. Es un héroe de guerra porque fue capturado. Prefiero a los que nos son capturados”. Fue una referencia al pasado militar de McCain, piloto de guerra en Vietnam, derribado por el Viet – Cong, capturado y torturado durante cinco años. Sus relaciones con el partido republicano son tirantes y ya les ha lanzado una advertencia casi mafiosa. Si no es nominado está dispuesto a presentar una candidatura en solitario, lo que debilitaría las posibilidades de una victoria sobre los demócratas.
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