Morate teme a las familias
Tiene miedo de «lo que puedan hacerle» los allegados de Marina y Laura: «Los ucranianos son muy peligrosos»Hoy decidirá si recurre su extradición a España ante el Alto Tribunal de Bucarest
El Mundo, , 25-08-2015Delgado, siempre cabizbajo, Sergio Morate sólo se quitó la gorra cuando ya se encontraba ante el tribunal de apelación rumano que ayer decidió iniciar el trámite para que sea extraditado a España. Con actitud sumisa y obediente, hasta preguntaba a su abogada de oficio si tenía que seguir en pie instantes después de que el juez Flavius Ionescu entrara en la sala: «¿Me puedo sentar ya?», le musitó a su abogada, la rumana Claudia Cândea, quien, horas después de la resolución, explicaba a este periódico que «Morate no quiere ir a España porque tiene miedo de lo que le puedan hacer las familias de las víctimas».
Cuando ayer por la mañana, en Timisoara, el presunto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, su novia hasta hace pocos meses, insistía en lo que ya dijo en su anterior vista, el pasado 14 de agosto –«Lo que dije la última vez, que tengo miedo»– se debe, en palabras de su abogada, a que «también tiene miedo de las relaciones de Marina en el extranjero, en Ucrania, porque allí son muy peligrosos».
«En su opinión, toda España piensa que es culpable. Primero, por el interés de los periodistas rumanos; después, por la llegada de los medios españoles. Tiene miedo porque cree que su caso se ha mediatizado en exceso y que, por tanto, no tendrá un proceso justo», resume Cândea, que es también la letrada del preso rumano que, estos días, acompaña a Morate en una celda del centro de detención preventiva de Timisoara. «Piensa que no hay garantías de imparcialidad», señala.
En este punto es donde convergen las impresiones de Morate de su abogada: en que no existe la seguridad de que «el proceso judicial en España sea justo». Pero Morate desconoce qué se dice sobre él en nuestro país porque «no tiene acceso a los medios de comunicación españoles y sólo ha podido leer prensa de Rumanía». «Hoy [por ayer] ante el tribunal ha podido darse cuenta de la importancia que está teniendo su proceso en España, ha visto a mucha gente en la sala y es por eso que apenas ha hablado y me ha pedido que hablara yo por él. Con menos gente habría hablado más», sostiene su abogada.
De hecho, cuando su vista comenzaba, cuando únicamente había llegado a mostrarse colaborador con respecto a que «su coche, su móvil y sus objetos personales» fueran trasladados a España, le dijo a su abogada: «Prefiero que hables tú por mí». Su traductora, que en todo momento le ha ayudado a entender el proceso, explicaba a EL MUNDO que Morate se mantiene «tranquilo» y que sus maneras también son «serenas».
El conquense dispone de cinco días para recurrir el trámite de su extradición ante el Alto Tribunal de Justicia de Bucarest y todavía está sopesando qué hacer. «Necesita tiempo para tomar una decisión y ésta se sabrá mañana [por hoy] a mediodía, porque él todavía no sabe qué hacer, le he dejado hasta mañana para que lo piense bien», detalla su abogada, quien considera que «es mejor pensarlo que decidirlo rápido».
Si Morate no recurre, significa que acepta su extradición. También le ha detallado a Cândea, para quien el estado de ánimo del presunto homicida es «pensativo», que «hablará cuando llegue a España» y no antes. «De momento tiene dos opciones, considerar si merece la pena irse a Bucarest o irse a España y que se averigüe lo antes posible si es culpable o inocente».
Tras la vista de primera hora de la mañana, y antes de que se conociera la decisión del tribunal de iniciar el trámite de la extradición, Cândea reconocía ante varios medios de comunicación que «hay pocos casos en los que ésta se rechace». Insiste también en que «no hay pruebas suficientes» contra Morate. Por eso, en la primera audiencia ante el tribunal abogó por no extraditarlo.
En este sentido se manifestó también Adriana Simu, la sustituta de la portavoz de la Fiscalía de Timisoara, de vacaciones desde ayer, cuando dijo que «no hay razones para posponer la estancia de Morate en Rumanía porque todos los papeles están listos y traducidos al español».
Hace casi dos semanas que se encuentra en prisión preventiva –la fiscal ha pedido que se aumente 30 días más– y ha podido hablar con su familia, según dice su abogada. No puede recibir llamadas en el centro donde se encuentra retenido pero sí puede realizarlas, y ha sido con su madre con quien ha decidido ponerse en contacto. Le ha pedido «que se informe bien de lo que ha pasado y que le busque un abogado en España», detalla Cândea.
Sobre el comunicado que su familia, los Morate Garcés, hizo público en la página web de su negocio familiar, Muebles Chillarón, calificando al presunto asesino de «abominación de hombre», «mente perturbada», «terrible demencia» y «diablo», su abogada dice «conocerlo» y también que «ha preferido no hablar de ello con Sergio para no preocuparlo».
Si hoy Sergio Morate finalmente decide no recurrir ante el Alto Tribunal de Timisoara, existe la posibilidad de que su entrega a España se realice de inmediato. Un «equipo de policías rumanos se encargaría de llevarlo hasta un aeropuerto rumano y, allí, lo recogería otro equipo de la Policía española», explica su letrada.
Sobre por qué realizó un viaje de casi 3.000 kilómetros, desde España hasta la frontera de Hungría con Rumanía, Cândea sostiene que lo hizo «porque venía a visitar a un amigo suyo, en un viaje que tenía programado hace tiempo». Ese amigo es Istvan Horvath, un ciudadano rumano que fue detenido junto a Morate y que, en este momento, se encuentra en libertad provisional, investigado por un posible delito de encubrimiento y refugiado en casa de sus suegros en un pueblo cercano a Lugoj, a 60 kilómetros de Timisoara y donde se produjo el arresto.
Horvath, sin embargo, sostuvo la semana pasada ante los medios de comunicación que Morate se había presentado sin avisar y que él lo acogió por la amistad que hicieron cuando ambos estaban en la cárcel, el conquense por raptar y agredir a una pareja anterior a Marina Okarynska. Sobre estos hechos, su abogada admite que Morate sólo «le ha contado que estuvo arrestado y que en la cárcel conoció a Horvath».
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