Merkel y Hollande exigen ya una respuesta unificada a la UE
El Periodico, , 25-08-2015Alemania y Francia han reaccionado ante el alud de refugiados que han llegado a Europa este fin de semana. La cancillera alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande dieron este lunes un pequeño paso al frente al instar a Italia y Grecia, las principales puertas de entrada al continente, a abrir centros de registro de los refugiados. «Deben abrirse este año», sentenció la líder democristiana.
Merkel aseguró que los miembros de la Unión Europea (UE) colaborarán con los países del sur para implementar estos puntos de control. En estos se decidirá si los recién llegados al espacio Schengen tienen derecho al asilo o si se los devuelve a su país de origen.
Antes de reunirse en Berlín, los dos mandatarios hicieron hincapié en la necesidad de establecer una política comunitaria de asilo, que vuelve a sacar a flote las polémicas cuotas de reparto de refugiados que se aprobaron en junio. La principal potencia europea criticó entonces tener que cargar con muchas más peticiones de asilo que el resto de la UE. Y es que los datos no mienten. Durante los primeros seis meses del año, Alemania recibió 171.785 peticiones de acogida mientras que Hungría, el segundo, se quedó en 66.785.
Ante las nefastas previsiones de este año, que apuntan a que se cuadruplicará el registro del 2014 con más de 800.000 nuevas llegadas, la jefa del Ejecutivo germano ha pisado el acelerador. Merkel remarcó que la UE «tiene de manera global un mismo derecho al asilo» y los países deben aplicarlo «lo más rápidamente posible».
Para ello anunciaron que los ministros del Interior están trabajando en una propuesta de armonización que presentarán a los 28. Hollande mostró su apoyo a la cancillera e insistió en que «las normas deben ser coherentes».
En tan solo un día, el pasado sábado, 4.400 personas llegaron a las costas italianas y 5.000 más llegaron a Macedonia en medio de un clima de desesperación y tensión. El mes de julio ha dejado hasta 107.500 nuevas llegadas en la que supone la peor crisis migratoria desde el final de la segunda guerra mundial.
La mayoría huyen de guerras como la de Siria con el objetivo de llegar a Alemania, que se ve desbordada mientras sus parques públicos se convierten en refugios improvisados para miles de familias.
Por otro lado, el presidente de la Comisión Europea, Jean – Claude Juncker, rechazó la idea de organizar una nueva cumbre sobre inmigración y criticó a los gobiernos europeos por no adoptar las medidas acordadas en junio. Juncker insistió en crear una lista de «países seguros» a los que poder devolver a los migrantes que no sean aceptados en el continente.
«Lo que necesitamos, y lo que tristemente echamos de menos, es valentía colectiva para seguir adelante con nuestros compromisos, incluso cuando no son fáciles, incluso cuando no son populares», esgrimió Juncker en un artículo de opinión para el diario ’Le Figaro’ de Francia y ’Die Welt’ de Alemania. «En cambio, lo que veo es un juego de señalar uno al otro, de buscar culpables, que puede servir para ganar publicidad, tal vez incluso los votos, pero que en realidad no soluciona los problemas».
(Puede haber caducado)