Roma/GEVGELIJA – A los 4.400 inmigrantes rescatados en la operación del sábado en el Canal de Sicilia se sumaron ayer otros 300 que fueron socorridos por la Guardia Costera italiana cuando se encontraban a bordo de tres lanchas neumáticas. Entretanto, unos 5.000 refugiados cruzaron entre el sábado y el domingo desde Macedonia a Serbia, tras la decisión de las autoridades macedonias de abrir la frontera para aliviar la presión de los migrantes y solicitantes de asilo, en su mayoría sirios, que llegan a diario a su frontera con Grecia.

La situación en Italia y en otros países europeos como Grecia, que lleva siendo denunciada por las ONG todo el verano, llevó al ministro de Defensa italiano, Paolo Gentiloni, a afirmar ayer que el “egoísmo y la toma de decisiones improvisadas y disputas entre los Estados miembros” está mostrando lo peor de Europa. Gentiloni advirtió de que “lo que está en peligro es uno de los pilares fundamentales de la UE: la libre circulación de personas”, y que lo que está sucediendo desde la costa siciliana a Kos, desde Macedonia a Hungría y a Calais, “podrían poner en tela de juicio los acuerdos de Schengen”.

La tensión en la frontera de Macedonia con Grecia, debido a los miles de refugiados que esperaban para entrar en territorio macedonio, disminuyó ayer, después de que unos 5.000 consiguieran entrar en el país, tras días de hacinamiento en campamentos improvisados en Gevgelija.

El dato de los 5.000 inmigrantes lo proporcionó el ministro de Defensa serbio, Bratislav Gasic, quien visitó un centro de internamiento de inmigrantes situado en la frontera con Macedonia. Desde allí intentarán cruzar hacia Hungría, miembro del área de libre circulación europea Schengen. “Esperamos una oleada parecida entre mañana y pasado mañana”, afirmó Gasic en declaraciones a la agencia de noticias pública serbia, Tanjug. “La Policía está trabajando en tres turnos y se están emitiendo documentos ininterrumpidamente”, añadió.

Autobuses y trenes trasladan a los inmigrantes hacia el norte para reducir el número de los que se agolpan en Gevgelija, a pesar de que el Gobierno ordenó el cierre de la frontera. Sin embargo, los inmigrantes lograron romper en varias ocasiones el cierre y las autoridades permiten el paso de personas pertenecientes a los colectivos más sensibles.

El ministro del Interior de Macedonia, Mitko Cavkov, afirmó que la presión migratoria en la frontera “se debe al flujo incontrolado que llega desde Grecia” y aseguró que el Gobierno mantiene contacto con las autoridades helenas “para encontrar una solución al problema” que ha desbordado a ambos países.

44 barcas Durante todo el sábado y la madrugada de ayer, la Marina, la Guardia Costera y la Guardia de Finanza italianas, junto con barcos de las operaciones europeas, llevaron a cabo una de las operaciones más intensas de los últimos meses al localizar 22 embarcaciones, 16 lanchas neumáticas y seis barcazas, frente a las costas de Libia.

Prácticamente todas las embarcaciones zarparon a la vez desde las costas de Libia el viernes por la noche y el sábado, y llamaron a la central de la Guardia Costera italiana cuando estaban entre 20 y 30 millas de las costas africanas. En la operación de rescate también participaron el buque noruego Siem Pilot y el irlandés L.E. Niamh, que forman parte del dispositivo europeo Tritón, y el barco británico Enterprise, de la nueva operación europea, Eunavfor Med.

Un primer grupo llegó durante la noche a la isla de Lampedusa, la más cercana a las costas africanas, mientras que para hoy ya se han preparado los puertos sicilianos de Trapani, Palermo, Augusta, Pozzallo, Messina y Catania, para recibir al resto de inmigrantes .

La llegada de inmigrantes no se detiene, por lo que la Guardia Costera desvió ayer tres buques más en previsión de ayuda. Con esta nueva oleada suman ya 110.000 los llegados a Italia por el Mediterráneo en lo que va de año y de estos 89.000 aún están en instalaciones de acogida del país. – Efe/N.G.

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