Macedonia, al borde de explotar

Tres mil inmigrantes fuerzan la frontera mientras la policía dispara con gas lacrimógeno

El Mundo, HÉCTOR ESTEPA ATENAS ESPECIAL PARA EL MUNDO, 22-08-2015

Macedonia está desbordada por la avalancha de inmigrantes que intentan ingresar a su territorio para cruzar a los países del norte de Europa. El pequeño Estado balcánico recurrió ayer a la fuerza evitar que unos 3.000 inmigrantes cruzasen su frontera sur desde Grecia. La policía antidisturbios, apoyada por vehículos armados, disparó gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento a la multitud.

Los sin papeles hicieron varios intentos de cruzar el dispositivo policial, en un principio sin éxito. En las reyertas fueron heridas al menos ocho personas. Entre ellas se encontraba un joven que sangraba aparentemente por un impacto de metralla. Muchos sí pudieron ingresar al país a lo largo del día, cuando las autoridades macedonias les abrieron paso, según informó Reuters. Antes se habían producido devoluciones en caliente, como declararon varios inmigrantes a los medios internacionales.

«Son refugiados en busca de protección y no se les debe impedir hacerlo», criticó la portavoz de Acnur Melissa Fleming. Los altercados se produjeron pocas horas después de que el país balcánico decretara el Estado de emergencia en sus fronteras norte y sur, cerrándolas de manera virtual. La comunicación por tren entre Macedonia y Serbia ha sido suspendida. El ejército y la policía han sido enviados a las localidades cercanas a Grecia. «Esta medida está siendo introducida para la seguridad de los ciudadanos que viven en las áreas fronterizas y para un mejor tratamiento de los inmigrantes», señaló ayer un portavoz de la policía.

El pequeño Estado, de poco más de dos millones de habitantes, no está preparado para lidiar con una crisis migratoria de calibre histórico. Alrededor de 40.000 personas han ingresado a su territorio desde Grecia en dos meses. La mayoría son sirios que huyen del prolongado conflicto bélico de su país. También hay muchos afganos y de otros países de Oriente Próximo y Asia.

Macedonia es tan sólo una escala en el corredor de los Balcanes, popularizado en los últimos meses para llegar al norte de Europa por quienes cruzan a las islas helenas desde Turquía, camino a Serbia y a Hungría, ya zona Schengen y desde donde pueden llegar a países como Alemania, Holanda o Reino Unido.

El punto más caliente de esa travesía balcánica es en estos momentos la ciudad de Gevgelija, en la frontera con Grecia. Miles de inmigrantes llevan semanas abordando trenes que les llevan a los límites de Serbia. En sus vías se viven todos los días escenas de tensión y prisas cuando llegan los trenes y miles de sin papeles se hacinan como pueden para hacer cuanto antes el trayecto. Varios vehículos militares fueron destinados ayer a esa estación.

Las autoridades colocaron alambre de espino para cortar las vías por las que cruzan quienes llegan del sur, según la agencia AP. Miles de personas intentarán cruzar de nuevo la frontera en los próximos días. La mayor parte de los 2.500 refugiados trasladados a Atenas desde las islas griegas en ferry el pasado jueves ya han emprendido el camino al norte.

Utilizan para ello todos los medios a su alcance. La línea de autobús que une Atenas con la norteña Salónica, cerca de los límites con Macedonia, ha aumentado sus servicios. Normalmente son 11 las conexiones diarias entre las dos ciudades. Ahora son 42. Atenas también ha aumentado la frecuencia de sus conexiones por tren. Unos 450 inmigrantes abarrotaban la estación central de la capital helena el pasado jueves para conseguir un asiento con rumbo a Salónica.

La crisis de inmigración en Europa amenaza con explosionar en los Balcanes. La guardia costera helena recogió hasta 620 inmigrantes en tan sólo 24 horas de las aguas del mar Egeo. Unas 160.000 personas han ingresado a Europa a través de esas aguas este año y desbordado a las autoridades de los países que comparten el corredor. Hungría intenta finalizar estos días la construcción de una valla para evitar que los inmigrantes sin papeles crucen a su territorio en tránsito hacia los países del norte de Europa que pueden ofrecerles asilo. Su construcción podría crear grandes problemas a la vecina Serbia, desde donde cientos intentan cruzar cada día.

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