SOS humanitario: 3.000 inmigrantes a la deriva frente a la costa libia

El Mundo, MÒNICA BERNABÉ ROMA ESPECIAL PARA EL MUNDO, 23-08-2015

Al menos 3.000 inmigrantes navegaban ayer a la deriva en el canal de Sicilia, esperando a ser rescatados por Guardia Costera y la Armada en una macrooperación en la han participado al menos 18 buques. Con el cierre de la frontera entre Grecia y Macedonia, el Mediterráneo se ha vuelto a llenar de embarcaciones cargadas de personascomo si se tratara de un escape imposible de contener. En lo que va de 2015, más de 250.000 sin papeles han llegado a las costas de Italia y Grecia a través del Mediterráneo.

El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma recibió ayer una veintena de llamadas de socorro de 18 embarcaciones distintas: cuatro barcas y 14 lanchas inflables, todas abarrotadas de inmigrantes .

En este caso, la respuesta no fue a palos ni con gases lacrimógenos, sino con un gran operativo de salvamento en el que participaron al menos media docena de naves italianas: la Fiorillo y la Diciotti de la Guardia Costera, cuatro patrulleras de Capitanía y medios de la Marina Militar y la Guardia de Finanzas. Asimismo también intervino un barco noruego que forma parte de la operación Tritón, de la agencia Frontex.

Se calcula que cada inmigrante que intenta alcanzar Europa cruzando el Mediterráneo desde Libia paga una media de 2.000 dólares (unos 1.500 euros) por viajar en una de esas embarcaciones con capacidad de unas 30 personas pero en las que los traficantes meten a más de 400.

Precisamente el jueves la policía italiana detuvo en Palermo, la capital de Sicilia, a seis egipcios de edades comprendidas entre los 24 y los 42 años, por su presunta implicación en el tráfico de inmigrantes entre Libia e Italia. Los sospechosos fueron delatados por los propios extranjeros, que también se encontraban a la deriva y fueron rescatados por las autoridades italianas. Según su relato, los traficantes encerraron a decenas de mujeres y niños bajo la cubierta de la barca y exigieron a los familiares que les acompañaban en la travesía que abonaran un pago complementario para dejarles salir.

Según datos de Naciones Unidas, 264.500 inmigrantes han llegado a Europa a través del Mediterráneo desde el inicio del año: 104.000 desembarcaron en Italia, y otros 160.000 en Grecia. Y se calcula que unos 2.500 murieron sin conseguirlo. La mayoría proceden de Eritrea, Somalia, Siria, Bangladesh, Sudán y Gambia, y huyen de conflictos y regímenes opresivos. La ONG Médicos sin Fronteras denunció esta semana que «faltan medios de rescate en las zonas donde tienen lugar la mayoría de los naufragios», en aguas libias, cerca de las ciudades de Trípoli y Zuwara. Según esta asociación, los buques que participan en tareas de búsqueda y rescate y que también tienen otros mandatos, no están posicionados en estas áreas a menos que reciban una petición específica por parte del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma para intervenir en una operación. Eso hizo que en 2014 los buques mercantes –y no las naves de salvamento– llevaran a cabo el 40% de los rescates, añade la ONG en un comunicado. «Este año los recientes ataques a barcos comerciales frente a las costas de Libia han hecho que los capitanes sean reacios a entrar en esta área por razones de seguridad», también destaca. Es decir, ahora ni tan siquiera se dispone de la ayuda de los buques mercantes.

Pero más allá de los barcos necesarios, Lindis Hurum, coordinadora de MSF a bordo de una de sus tres naves de rescate, recuerda que lo más importante es que «la UE establezca formas seguras y legales para que las personas lleguen a Europa y no tengan que embarcarse en estas precarias barcas».

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