Rescatan el papel de la inmigración de los judíos sirios en Argentina
La Vanguardia, , 17-08-2015Buenos Aires, 16 ago (EFE).- La historia y el presente de la inmigración de los judíos de origen sirio en Argentina fue uno de los temas abordados hoy en el sexto Simposio Internacional de Estudios Sefardíes que se celebra en Buenos Aires.
“Los judíos sirios desde el inicio del siglo XX se desarrollan fundamentalmente en el comercio, sobre todo en la industria textil”, señaló la historiadora Susana Brauner, profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Tres de Febrero de Argentina.
La experta explicó que estos inmigrantes se establecieron en Buenos Aires, en los barrios de Once y Barracas, levantaron fábricas en los suburbios de la ciudad y abrieron sucursales en el interior de Argentina y oficinas de compra en el exterior.
La especialista dijo que estos inmigrantes provenían de Damasco y Aleppo y progresaron con negocios familiares, entre los que destacan los casos de las familias Teubal y Sutton, con importantes activos en la industria textil, la producción de perfumes y la hostelería.
Brauner es una de los 35 investigadores y estudiosos en temas relacionados con el rico patrimonio de la cultura judía sefardí que se reúnen hoy en el sexto Simposio Internacional de Estudios Sefardíes, que se celebra en la Universidad Maimónides en Buenos Aires.
El programa del simposio, organizado por el Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí (CIDiCSef), incluye mesas redondas sobre temas como literatura, historia, filosofía y religión.
Como parte del análisis de la presencia de los judíos sirios en Argentina, el periodista y escritor Walter Duer, del CIDICSef, abordó la evolución de los judíos damacenos en el barrio de Flores, de Buenos Aires.
Duer destacó el establecimiento en Flores, en 1913, de Agudath Dodim, a la que calificó como “la comunidad judeo-siria de Damasco más grande de Argentina”.
“Los primeros trabajos de estos inmigrantes fueron como vendedores ambulantes y, a medida que fueron creciendo, establecieron sus propios negocios”, señaló el periodista.
La psicóloga María Cherro de Azar, del CIDICSef, habló sobre la expulsión de los judíos sirios de los países árabes.
“Más de 850.000 judíos vivían hasta 1948 en los países árabes, de los cuales había 30.000 en Siria. A partir de entonces creció la animosidad contra los judíos por parte de los árabes”, dijo la experta.
Cherro de Azar recordó que ya en 1929 se registraron en Alepo “terribles persecuciones y matanzas” y “a partir de entonces empezó a enrarecerse el clima para los judíos de Siria, preparando las condiciones para el estallido final de lo que durante 1.500 años había sido en términos generales una convivencia entre judíos y árabes”.
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