ATENAS. Desbordada y sin recursos. Grecia lleva meses acogiendo a inmigrantes que huyen de los conflictos de sus países de origen, especialmente por mar, y sin capacidad para atenderlos. La Comisión de Ayuda al Refugiado, CEAR, Acnur y Médicos Sin Fronteras (MSF) han reiterado en las últimas semanas la grave situación de los países más pobres del Sur de Europa, donde se hallan “varados” miles de refugiados. Sin infraestructuras para acogerlos, sumando ese déficit a sus propias recesiones económicas y, además, en un desequilibrio sobre lo acordado en la Unión Europea, respecto de una política de asilo proporcional, y la realidad, que muestra que son países como Italia, Grecia y Hungría los que, pese a sus dificultades, siguen absorbiendo las mareas de personas que no quieren volver atrás.

Hace unos días, Acnur notificaba, tras la visita a Grecia de sus directores de la Oficina para Europa y del Departamento de Emergencias, Seguridad y Suministros, que a las costas helenas han llegado más de 124.000 refugiados e inmigrantes entre enero y finales de julio, principalmente a las islas de Lesbos, Quíos, Kos, Samos y Leros. “Este porcentaje representa un incremento de más del 750% frente al mismo período de 2014. Solo en julio, se han registrado 50.000 nuevas llegadas, 20.000 más que el mes anterior (un aumento de casi el 70%). Esta emergencia humanitaria está teniendo lugar en Europa y requiere una respuesta urgente por parte de Grecia y Europa”, indicó Acnur a DEIA.

Según señaló Paula Farias, coordinadora del proyecto de MSF en el Mediterráneo, “en lo que llevamos de 2015, 96.971 y 90.500 personas han llegado por mar a Italia y Grecia respectivamente, según la Organización Internacional de las Migraciones. En este periodo se estima que más de 2.000 personas han fallecido o desaparecido tratando de alcanzar las costas europeas (sin incluir las personas que podrían haber fallecido ayer tras el último naufragio)”.

Farias subrayó la necesidad de que “aumenten los recursos de las operaciones de búsqueda y salvamento y que mantengan estas todo el tiempo que sean necesarias”, y reclamó “el establecimiento urgente de condiciones de recepción adecuadas y humanas en los puntos de llegada en Grecia e Italia, que deben incluir refugio, alimento, agua, saneamiento, atención médica y acceso a los procedimientos de asilo”.

“Varados” y “empujados”

Miles de migrantes y de solicitantes de asilo se hallan actualmente varados en condiciones precarias en varias islas griegas, “pese a reiterados llamamientos de MSF a las autoridades griegas y a la UE para que aborden el problema de la falta de capacidad para recibir migrantes. En Lesbos, una de las dos islas griegas en las que MSF ha montado instalaciones de recepción, el sistema se halla al borde del colapso. MSF también sigue con sus actividades para migrantes y solicitantes de asilo que llegan a Kos y a otras islas del Dodecaneso”.

Según informó MSF, la situación en la isla de Kos durante las últimas dos semanas “se ha vuelto completamente insostenible. Más de 7.000 nuevos refugiados, solicitantes de asilo y migrantes han llegado a la isla durante el mes de julio; el doble de los que había llegado el mes anterior. A falta de instalaciones de recepción adecuadas, la mayoría ha instalado tiendas en plazas y parques públicos de la ciudad, o están durmiendo en los alrededores de la comisaría de policía. Todos ellos llevan sin acceso a letrinas ni duchas desde que llegaron. Desde el pasado abril, las autoridades no les han proporcionado ningún tipo de alimento. Hasta ahora, la única decisión que han tomado es la de empujarles de un lugar a otro y desentenderse de ellos”.

El trágico naufragio de una embarcación con 600 personas en el Canal de Sicilia, hace una semana, junto con las llegadas masivas al Reino Unido a través del Canal de la Mancha, disparó las críticas de las ONG y algunos políticos hacia el incumplimiento de la UE de su política de asilo. Asimismo, el Frontex (Agencia Europea de Control de Fronteras), junto con MSF, hizo saber que le faltaban recursos, pues les habían aplicado recortes hace meses, y no podían realizar las tareas de salvamento con éxito.

En este sentido, el director adjunto del Frontex, Gil Arias, explicó ayer que este organismo tiene “mucho dinero”, pero no medios, para poder afrontar el fenómeno de la inmigración, y denunció “la incapacidad de las autoridades griegas” ante la avalancha de migrantes en sus islas. Tenemos mucho dinero, pero no aviones, ni guardias de fronteras”, aseguró en RNE, y urgió a los estados de la UE “a desplegar los medios a los que se comprometieron” en relación con los flujos migratorios en el Mediterráneo.

Tras el naufragio frente a Libia de la semana pasada, la Comisión Europea instó a los Estados miembros a cumplir con sus políticas de asilo. Y ayer, el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, escribió una carta a los ministros de Interior de la UE para que proporcionen más recursos a Frontex a fin de que pueda realizar en condiciones sus operaciones actuales sobre todo en Grecia, informó el Ejecutivo comunitario. “Los Veintiocho han acordado triplicar los recursos y activos de la operación de vigilancia marítima Tritón y Poseidón. En el caso del primer programa se ha triplicado la financiación y los activos, pero en el segundo no ha sido el caso y la fecha dada para ello venció el 31 de julio”, recordó la portavoz Natasha Bertaud en la rueda de prensa diaria de la Comisión.

Estos avances complacerían, no solo a los refugiados, y los países que ahora les están acogiendo, sino además a organizaciones como MSF y Acnur, que no lograban dar abasto y venían denunciando esta injusticia.

Refuerzos policiales

Aunque algo parece que avanza, los últimos días se han producido enfrentamientos entre inmigrantes y policías helenos. La policía griega envió ayer refuerzos a la isla de Kos para hacer frente a la crisis migratoria que acabó el martes en choques entre los agentes y un grupo de indocumentados, que esperaban su turno para registrarse y obtener los documentos de viaje. Se trata de doce oficiales de las fuerzas policiales especializadas en materia migratoria, incluido un hablante de árabe, que viajaron a la isla con el objetivo de acelerar el procedimiento de identificación de los alrededor de 7.000 inmigrantes que esperan recibir su documentación.

Además, 250 agentes se han trasladado a Kos y a otras islas del este del mar Egeo, como Lesbos y Samos, después de que el martes algunas peleas entre los cientos de inmigrantes y refugiados que esperaban para registrarse provocaran que la policía les golpease con porras y les rociase con extintores para tratar de disolver las contiendas.

Durante la larga espera, en un estadio de fútbol habilitado para proporcionar papeles a los recién llegados, algunas personas se desmayaron por la aglomeración y las altas temperaturas y otras gritaron en protesta contra la falta de comida, las malas condiciones higiénicas y de alojamiento y la dificultad para obtener los documentos que les permitan salir del país.

Precisamente Gil Arias cuestionó ayer que el endurecimiento de las políticas de control de la inmigración por parte de los estados suponga una solución a las oleadas de inmigrantes que llegan a Europa.

Hungría está levantando vallas para evitar el acceso de indocumentados, mientras Gran Bretaña endurece las políticas de inmigración. Las autoridades turcas han comenzado a llevar a un estadio a los refugiados sirios que duermen en parques o calles en Izmir a la espera de poder viajar a Grecia, informó el Hürriyet. Grecia afronta sus dos crisis.