Más protestas y sillas voladoras en pleno Salou
Los senegaleses siguen pidiendo justicia al tiempo que comerciantes y vecinos se crispan
El Mundo, , 13-08-2015sillas y los vasos volvieron a
volar ayer por los aires, tras la batalla
campal del martes, en la terraza
del bar restaurante El Rocío de
la calle Berenguer Palau de Salou,
que tuvo que bajar la persiana. Un
paisano de la zona –antiguo legionario
y no precisamente el
súmmum del equilibrio mental, según
varios vecinos–, hizo un comentario
desafortunado cuando
pasaba junto al local la manifestación
pacífica que reclamaba justicia
para Mor Syba, ciudadano senegalés
que cayó de un balcón durante
una redada de los Mossos
contra el top manta. «Es lo que os
merecéis», les espetó con absoluta
temeridad antes de recibir los primeros
empujones.
Afortunadamente todo quedo en
un breve incidente aislado y la pólvora
no prendió como el día anterior.
Sin embargo, a mediodía todavía
permanecían cerrados, ya más
de 24 horas, numerosos comercios
de la calle Barcelona a la espera de
testar el cariz de la protesta de la
comunidad senegalesa, actualmente
en torno a 1.200 personas censadas,
aunque «hace unos años duplicaban
esa cifra», explicaron
fuentes municipales.
El comercio del centro está que
trina con ellos, pues ni los viejos del
lugar recuerdan una situación tan
límite como la vivida. «Yo tengo varias
tiendas en la zona y todavía no
he abierto; me da rabia tener prendas
de varios cientos de euros que
ellos casi regalan, pero también me
dan pena… Ahora bien, lo del martes
no tiene nombre, eso no se puede
permitir», reflexiona Mariona a
escasos metros de donde el hermano
de Mor, Ibrahim Syba, entra en
directo en la programación de Cuatro
para contar su verdad.
Es justo delante del mercado
municipal donde se registraron los
primeros disturbios, hasta el punto
de tener que cerrar sus puertas ante
el estupor de los propietarios.
Todavía les dura el disgusto y en el
caso del dueño de un puesto de
carnicería también algún punto de
sutura. «Lo que es la vida, Mor trabajó
en esa pescadería; había hecho
de todo y es cierto que era un
hombre muy conocido y querido»,
recuerda un tendero. «Lo que tenía
de alto –casi dos metros–, lo tenía
de bueno».
Los senegaleses han convivido
sin problemas en Salou durante décadas,
pero el 11 de agosto de 2015
marcará «un antes y un después»,
reconoce el alcalde, Pere Granados.
«Siempre se les ha mirado con simpatía,
porque suelen ser tranquilos
y buena gente, pero lo del martes
ha dañado seriamente su imagen…
Los vecinos ya no los miran igual».
Mientras Salou intenta cuantificar
los daños materiales –en breve se
dará a conocer una cifra de impacto
económico–, es precisamente el
desgaste de su marca turística lo
que escuece más. El Saloufest queda
casi como una anécdota en comparación:
«Mi teléfono –recuerda
Granados– echaba humo… Comerciantes,
hoteleros, turoperadores
hasta de Rusia… Y todos preguntando
qué estaba pasando».
EL ETERNO
CONFLICTO
El Vendrell. El conflicto
con los ‘manteros’ viene de
lejos en la Costa Daurada.
Los primeros incidentes
graves se produjeron el 15
de agosto de 2009 en El
Vendrell, cuando entre 70
y 80 manteros se
enfrentaron a una docena
de agentes en una trifulca
que se saldó con un policía
herido de gravedad. Los
incidentes se repitieron
durante todo el verano.
Calafell. Hasta cinco
policías locales resultaron
heridos en una pelea en
esta localidad
tarraconense durante la
tarde noche del 31 de julio
de 2012. Días antes, el 13
de julio en Cambrils y
Salou, otro altercado se
saldó con 19 vendedores
ilegales detenidos y 599
productos confiscados.
Barcelona. El 9 de
agosto del año pasado un
‘mantero’ murió como
consecuencia de las
heridas sufridas al caer
de un terraplén de unos
30 metros en la zona del
castillo de Montjuïc tras
protagonizar un altercado
con la Guardia Urbana de
Barcelona.
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