Frontex, oenegés y ONU critican la desidia de la UE en el Mediterráneo
Otra embarcación con 381 ocupantes tuvo que ser rescatada ayer ante Libia
La Voz de Galicia, , 07-08-2015«Era una vista horrible con personas que se agarraban a los chalecos salvavidas, a las lanchas o a cualquier cosa que flotase. Intentaban salvarse aferrándose a otros que también se estaban ahogando o a los cadáveres que flotaban». El coordinador de Médicos sin Fronteras, Juan Matias, no puede dejar de pensar en lo que encontró el barco de su oenegé, Dignity One, cuando llegó al lugar del naufragio en el que el miércoles perdieron la vida más de 200 personas frente a las costas de Libia.
La organización acaparó ayer la atención en Italia con su denuncia de que hubo algo que falló en la operación de salvamento, a la que acudió en primer lugar el barco de la Armada irlandesa Le Niahm mientras el Dignity era desviado a otra operación de socorro. Cuando llegaron, la barcaza ya se había hundido y solo pudieron rescatar a nueve personas.
Entiende Médicos sin Fronteras que la precariedad de medios desplegados en el Mediterráneo solo permite cubrir el 13 % de lo que se necesitaría para acudir a todas las llamadas de auxilio que se reciben. «Italia tiene muchas llamadas pero no dispone de los recursos que necesita. El año pasado Mare Nostrum ayudó a 170.000 personas mientras Tritón sirve solo para controlar las fronteras», asegura la asociación.
La oenegé no está sola. El director adjunto de Frontex, la agencia de la UE para la gestión de fronteras, Gil Arias, denunció que el problema no es de fondos. «Tenemos dinero suficiente, pero no tenemos barcos, aviones y guardias de frontera para hacer efectiva esa inversión. No estamos obteniendo de los Estados una respuesta al nivel de lo que necesitamos».
Los 367 supervivientes rescatados enfrente a Zuwara y los 25 cadáveres recuperados del mar llegaron ayer al puerto de Palermo, pero la atención no tardó en desplazarse otra vez al canal de Sicilia. Muy cerca de la zona en donde se produjo el siniestro del día anterior, a unas 30 millas al norte de la costa libia, estuvo a punto de naufragar otra embarcación que llevaba 381 personas a bordo, en su mayoría sirios y bangladesíes. Esta vez hubo suerte. El Fiorillo, de la Guardia Costera italiana, estaba en las inmediaciones buscando víctimas y llegó enseguida. Por otro lado, los ocupantes no hicieron movimientos bruscos que provocaran una escora.
La ONU informó ayer que ya son 224.000 los migrantes y refugiados que llegaron a Europa por el Mediterráneo desde que empezó el año. Los sirios son el grupo más numeroso y representan el 34% los que vienen, seguidos por eritreos (12%), afganos (11%), nigerianos (5%) y somalíes (4%). Según ACNUR, lo que convierte a ese flujo humano en una crisis no tiene que ver con el número de quienes lo forman sino con el fracaso de Europa a la hora de responder de forma coordinada».
¿Y qué hace la UE ante la situación? Da signos de estar sobrepasada. La única respuesta que fue capaz de articular ayer fue un comunicado en el que pide «una política global y más europea». Francia se descolgó con una petición de su ministro del Interior, Bernard Cazenueve, en el que propuso, como primer paso, viajar a Níger junto a sus homólogos para abordar el tema.
Cuando la muerte está tan cerca de la salvación
La llegada de los socorristas por mar es uno de los momentos de mayor peligro para los migrantes hacinados en embarcaciones vetustas y con vías de agua. De hecho, el número de personas que perdieron la vida en el Mediterráneo en naufragios ocurridos en ese momento es impresionante.
El pasado abril, 1.200 personas se ahogaron en dos naufragios, los dos ocurridos por el movimiento en grupo de los pasajeros, quienes hicieron perder el equilibrio de la embarcación al agolparse sobre un costado cuando se dieron cuenta que habían llegado a rescatarlos. En los dos casos el barco estaba sobrecargado y volcó en pocos minutos, engullendo a los migrantes en pocos minutos.
«Son barcos inestables, sobrecargados, fabricados de manera artesanal y a los que fácilmente se les abre una brecha», explicó a AFP un portavoz de la Guardia Costera italiana. «Si no se controlan los movimientos a bordo, vuelcan con facilidad», aseguró.
La mayoría de los emigrantes que han llegado a Italia en los últimos meses han sido rescatados por navíos militares y buques mercantes en medio del Mediterráneo. En muchos casos, a las embarcaciones le estaba entrando agua, los pasajeros se encontraban en pésimas condiciones físicas, con sed, agotados por la travesía y psicológicamente debilitados. «Son personas muy agitadas, atemorizadas, que han pasado por momentos terribles y las invade el pánico», sostiene Flavio Di Giacomo, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones. La llegada de los socorristas «es el momento crucial» para salvarlas, según Paula Farias, de Médicos Sin Fronteras, pero también el que entraña el mayor riesgo. A veces, la muerte aparece cuando está más cerca la salvación.
Alemania busca fórmulas para expulsar antes a los inmigrantes de los Balcanes
Alemania ha probado varias recetas en un intento desesperado por reducir los solicitantes de asilo de los Balcanes, como el alojamiento en campamentos especiales, la supresión de ayudas económicas o las campañas disuasorias. Pero lo cierto es que estas personas representan la mitad de las casi 300.000 solicitudes de asilo presentadas en Alemania desde enero. En los cinco primeros meses de año llegaron más kosovares que sirios.
Los ciudadanos de los Balcanes, con frecuencia de origen gitano, llegan a Alemania con la esperanza de un trabajo y una vida mejor, motivaciones que no proporcionan el estatus de refugiado reservado para las personas perseguidas. Como consecuencia, menos del 0,2% de las solicitudes prosperan, pero el procedimiento es largo.
Alemania tiene dificultades para alojar a los recién llegados y tramitar las solicitudes, por lo que busca parar la oleada invocando la situación de los «verdaderos» refugiados, empezando por los sirios. «El número elevado de migrantes que vienen de estos países acapara los recursos que necesitamos para ocuparnos de las personas procedentes de las regiones en crisis», explica el presidente de la Oficina para las Migraciones y los Refugiados.
Separación por orígenes
Desde hace semanas abundan las propuestas para desanimar a los candidatos y reducir los plazos de tramitación de sus expedientes a seis semanas. Baviera, por ejemplo, decidió separar a los inmigrantes procedentes de los Balcanes y reunirlos en centros de acogida. Este reagrupamiento permitirá «procedimientos de asilo rápidos para gente que no tiene ninguna perspectiva de poder quedarse», se justificó el jefe del Gobierno regional, el conservador Horst Seehofer.
La propuesta indignó a la izquierda y a las asociaciones de defensa de los inmigrantes, que consideran que estigmatiza a algunas poblaciones y deja la puerta abierta a la violencia. Pero la responsable de los temas de migración en el Gobierno, la socialdemócrata Aydan Özoguz, no se opone. Los municipios aplauden la idea y el Gobierno de Sajonia anunció su intención de hacer otro tanto.
Otros quieren intervenir en el origen del problema. La embajada de Alemania publicó anuncios en los periódicos albaneses recordando en mayúsculas: «No hay asilo económico en Alemania».
(Puede haber caducado)