Un total de 23 inmigrantes irregulares interceptados ha sido el balance del primero de los dos días en los que está previsto que se desarrolle la “Operación Feriante”, que anualmente trata de impedir que los inmigrantes lleguen a la península escondidos en los cacharros de las atracciones de Feria.

“Mala suerte”, expresaba un inmigrante marroquí que había elegido la atracción “La Selva” para intentar burlar los controles policiales y llegar de forma clandestina a Algeciras (Cádiz).

El inmigrante se había escondido en el interior de esta atracción junto con otro compatriota también marroquí pero eran descubiertos en el último control que la Guardia Civil realiza antes de los embarques.

“Aquí hay dos”, señalaba uno de los guardias civiles que constataba que en esta atracción destinada al divertimento de los más pequeños había dos inmigrantes que pasaban a engrosar la lista de arrestados durante este operativo anual.

La primera jornada de esta operación se ha saldado con 19 arrestados por la Policía Nacional y otros cuatro más por la Guardia Civil, en unos controles que está previsto que continúen mañana a primeras horas.

Ayudados por perros especializados en la localización de personas y por un aparato que detecta los latidos del corazón, los camiones que transportan los cacharros de Feria pasan primero un control de la Policía Nacional y luego otro de la Guardia Civil. “Está limpio”, es la frase que pronuncian los agentes cuando comprueban que no hay inmigrantes entre los amasijos de hierro.

Las dos últimas detenciones coincidían con la llegada al puerto ceutí del subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, quien se había desplazado hasta Ceuta para comprobar el dispositivo de la Operación Paso del Estrecho (OPE) y, de paso, supervisar el desenlace de la “Operación Feriante”.

El delegado del Gobierno, Nicolás Fernández, calificaba como “más operativo” el haber trasladado este año al puerto el control que en los años anteriores la Policía Nacional llevaba a cabo en el mismo Recinto Ferial, tras una sugerencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

“Hemos considerado que es más lógico que el control se haga en el puerto y no en la feria, con la posibilidad de que algún inmigrante subiera a los vehículos en el trayecto desde la zona de feria hasta el puerto”, ha explicado.

La capacidad de embarque de los camiones en los buques de pasajeros y los estrictos controles provocará que esta operación se prolongue al menos hasta mañana.