Otro naufragio deja decenas de desaparecidos en el Mediterráneo

El Periodico, ROSSEND DOMÈNECH / ROMA, 06-08-2015

Una nave de 20 metros de eslora cargada con al menos 400 emigrantes – algunas fuentes hablan de 700 personas – naufragó ayer en aguas territoriales de Libia. Hasta dos centenares podrían haber muerto ahogados, según las primeras evaluaciones de las autoridades italianas, la agencia de la ONU para refugiados (ACNUR) y oenegés como Médicos sin Frontera (MSF). La Guardia Costera italiana recuperó ayer 25 cadáveres y puso a buen recaudo a 400 supervivientes.

El lunes, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) había cifrado en 2.000 hasta aquel momento los muertos en el intento de atravesar el Mediterráneo, una contabilidad que no incluye el goteo diario de ahogados que el mar devuelve a las playas de Libia, del que nadie lleva la contabilidad.

El naufragio se produjo a unas 22 millas de Libia, en sus aguas territoriales del país norteafricano, cuando la enorme barca se ha ladeado a causa del desplazamiento de sus ocupantes que querían ver las naves europeas que iban a su rescate y que desde hace unos días ya no estacionan en aguas internacionales. El vaivén provocó el giro de la nave y su hundimiento fulminante, ya que se trataba de una nave de acero. «Se temen muchos muertos» comunicaron desde una nave irlandesa, desplazada al lugar por la Capitanía italiana. «Hay centenares de muertos» escribían los diarios online de Malta.

La llamada de socorro llegó a mediodía a Catania (Sicilia), que la pasó a la central operativa de Roma, que a su vez desplazó al lugar la nave Dignity One de MSF y la irlandesa Niamh. A una milla de distancia, esta última lanzó al agua dos botes salvavidas, que provocaron el desplazamiento de los emigrantes y el hundimiento de la embarcación. Visto el cariz de la situación, la central operativa de Roma desplazó en la operación de salvamento al Phoenix, nave de socorro de 40 metros de una fundación privada, la nave militar Fiorillo y el mercantil Barnon Argos que transitaba por la zona, además de dos unidades de la Armada.

En un primer momento, el capitán Donald Gallagher, de la marina irlandesa, informó de que unos 150 emigrntes habían caído al mar, pero horas después, cuando la situación fue más clara y los rescatados pudieron ilustrar su viaje, rsultó que almenos otras 100 personas viajaban encerradas en la bodega del barco, ubicación para los pasajeros que han pagado menos.

El lunes, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) informó de que los muertos en el intento de llegar a Europa eran hasta aquel momento 2.000, mientras que en el mismo período de 2014 habían ascendido a 1.607. En todo el pasado año, los fallecidos fueron 3.279 y la mayoría de los decesos se produjeron en el Canal de Sicilia.

Según la OIM, los que han conseguido llegar a Grecia e Italia en lo que va de año son 188.000 – 7.000 más a Italia que al país heleno – . Otros 100 llegaron a Europa siguiendo la ruta de los Balcanes, la mayoría de ellos a Hungría, donde aproximadamente la mitad solicitaron el estatus de refugiado. Actualmente, Hungría está construyendo un muro para impedir la entrada de los emigrantes, cuya mayoría procede de Oriente Medio. Hasta el 2014, el mayor naufragio se había producido el 3 de enero 2013, con 363 muertos frente a la isla de Lampedusa. Se recuperaron 143 cadáveres. Sin embargo, en abril de este año murieron de golpe, ahogadas, unas 700 personas a causa del mismo mecanismo de ladeo de la nave en el naufragio de ayer.

Se trata del barco al que se refirió el jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi: «Italia recuperará aquella barcaza, porque todos deben ver lo que ha sucedido y quiero que dejen de pasarse de listos y darnos lecciones; esos muertos tienen que pesar sobre las conciencias europeas».

Actuamente, la nave con sus ocupantes atrapados en la bodega ya ha sido localizada por la Armada italiana y la fiscalía de Catania ha ordenado su recuperación.En aquella ocasión se salvaron una treintena de inmigrantes se recuperaron 24 cadáveres.

Una organización internacional conocida como International Commission on Missing Persons (ICMP) tomará muetras del ADN de los cadáveres dentro del barco e intentará contrastarlo con el de posibles familiares para identificarlos y darles un nombre.

Se trata de la misma organización que en los últimos años ha identificado el 90% de los 8.000 asesinados en la masacre de Srebrenica (1995). «Así daremos un nombre a las víctimas de las barcazas del Mediterráneo», ha explicado Kathryne Bomberger, directora general de ICMP. La organización tiene previsto extraer una muestra de ADN de los fallecidos, todavía en el interior del barco, y almacenarlos mediante un sistema que se pueda trasladar con facilidad para facilitar la localización de allegados.

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