Miguel Laparra, vicepresidente segundo

Miguel Laparra: "Fue un error estratégico de UPN pensar que se podía recortar en todo"

Confía en disponer de recursos económicos durante la legislatura para poder desarrollar las políticas sociales

Diario de Noticias, EFE, 02-08-2015

PAMPLONA. El vicepresidente segundo, Miguel Laparra, ha confiado en disponer de recursos económicos durante la legislatura para desarrollar las políticas sociales, porque en el nuevo Gobierno se entiende que fue “un error estratégico” de UPN “pensar que se podía recortar de todos los sitios por igual”.

“Hubo recortes en capítulos sociales muy sensibles que no se deberían de haber hecho”, ha afirmado Laparra en una entrevista con Efe, en la que ha reconocido que hace solo tres semanas “no tenía ni idea” de que podría llegar a ocupar la Vicepresidencia de Políticas Sociales del Gobierno foral.

Laparra, nacido en 1962 en Bourges (Francia), aunque se considera natural de Marcilla, ha afirmado que, por ejemplo, le parece un error que “el empleo social protegido se recorte a una cuarta parte” de lo que era antes de la crisis, hasta el punto de que ahora este programa “está casi en liquidación”.

También ha censurado los recortes aplicados en la Renta Básica, las ayudas a organizaciones sociales o la dependencia, que en conjunto han tenido “un efecto social perverso”, ha comentado Laparra, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (1985) y doctorado en Sociología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (2000).

Por estos motivos, ha subrayado, el acuerdo programático del nuevo Gobierno tiene un contenido social muy destacado: “Es un hito en la historia de Navarra. Difícilmente encontraremos un Gobierno que se haya planteado al comienzo de la legislatura un volumen de intervención y de transformaciones en lo social tan importante”.

“La cuestión ahora es estar a la altura de las circunstancias”, ha afirmado el vicepresidente, que ha explicado que a corto plazo hay que dar una respuesta “inmediata” a problemas “enquistados” como la renta básica, pobreza severa, pobreza energética, equipamiento de la vivienda, atención sanitaria y educativa para familias con bajos ingresos o programas de empleo protegido.

Además, a largo plazo, aunque dentro de la legislatura, habrá que “diseñar transformaciones notables en todas las políticas”, partiendo de un diagnóstico de la situación, “algo que ahora mismo no existe”.

El vicepresidente no cree que el anterior Gobierno haya dejado “en el cajón” informes que no haya querido entregarles, pero sí considera que la Administración pública “ha ido perdiendo capacidad de recogida y de gestión de la información para construir un diagnóstico en políticas sociales” y ha llegado a un punto en el que “se ha quedado sin criterio para tomar decisiones”.

Por ello, ha destacado que hay algunas partidas de carácter social que “posiblemente tengan que triplicarse”, aunque no ha podido concretar cuáles son a la espera de que se realice una “auditoría social” del efecto redistributivo de las partidas de gasto. En todo caso, ha resaltado que el conjunto del gasto social de Navarra, incluida Salud y Educación, “evidentemente no se va a triplicar, por lo menos en décadas”.

Los informes socioeconómicos apuntan a la existencia en Navarra de unas 30.000 personas que sufren pobreza severa. Laparra ha destacado que esta bolsa de pobreza y exclusión social más enquistada “se mantiene más o menos estable” y “no hay indicios suficientes como para decir que las necesidades van a menos”.

“Lo que nos dicen todas las entidades y los profesionales de servicios públicos que están a pie de calle es que el volumen de necesidades no se reduce”, ha afirmado Laparra, que ha apuntado que cada zona de Navarra “tiene un perfil de necesidades muy distintas”. Es en la Ribera donde es necesario “atender más las necesidades en relación a la cohesión social, la pobreza, las necesidades más básicas, la integración de la población inmigrante”.

Lo que sí caracteriza en su conjunto a la sociedad navarra es la “invisibilidad” de la pobreza: “Navarra es una sociedad en términos generales muy cohesionada, con una fuerte presencia de clases medias, en la que nos conocemos todos. En ese contexto, las personas que tienen dificultades muchas veces prefieren guardárselas hacia dentro y no aparecer públicamente en esa situación de necesidad”.

Así, la llamada “pobreza vergonzante”, un término que a Laparra no le gusta, “puede estar más presente en una sociedad como la nuestra, pequeña, muy accesible”.

El vicepresidente no tiene “ninguna duda” de que Navarra puede construir “un modelo social más positivo del que había antes de la crisis”, aunque volver al mismo modelo de Estado de Bienestar “no sé si es exactamente bueno en todos sus términos”.

“Tenemos la oportunidad de repensar muchas cosas y de hacerlas de una forma mejor, más eficiente y que se note mejor en la vida de los ciudadanos”, ha concluido.

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