BILBAO – Los ministros del Interior de la Unión Europea cerraron el lunes la discusión sobre el reparto en los próximos dos años de 40.000 demandantes de asilo sirios, eritreos, somalíes e iraquíes llegados a Italia y a Grecia desde abril, sin compromisos que permitan llegar a esa meta. Decidieron revisar la situación en unos meses, mientras el Gobierno español anunció que acogerá a 2.479 demandantes de asilo.

La reacción de diversas Organizaciones No Gubernamentales que llevan tiempo defendiendo a las personas que no pueden sobrevivir en sus países de origen no se hizo esperar. Coincidieron en calificar de “insuficiente” la cuota de 1.300 demandantes de reubicación y 1.449 de reasentamiento que se ha comprometido a asumir España, dentro del nuevo programa europeo para acoger en los países de la UE a 32.000 demandantes de Siria y Eritrea. Más allá, algunas ONG protestaron por la escasez de medidas del organismo europeo. La responsable de Comunicación de Acnur, María Jesús Vega, precisó a DEIA que “no están funcionando los sistemas de acogida social internacionales. El sistema de asilo europeo es disfuncional. Las políticas de asilo de la UE se estarían armonizando desde 1999, pero, aun con algunos avances alcanzados, todavía no están funcionando”.

Por su parte, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, manifestó que lamenta “que los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea, reunidos ayer en Bruselas, no hayan sido capaces de hacer realidad la propuesta de mínimos de la Comisión Europea para dar respuesta a la crisis del Mediterráneo. La postura de España es una muestra clara de la falta de voluntad para hacer frente a la emergencia humanitaria que viven miles de personas que han llegado a Italia y Grecia y para aquellas que tienen en Europa su última esperanza para salvar sus vidas”, afirmó Estrella Galán, secretaria general de la organización humanitaria.

Y es que las cifras son estremecedoras. El número total de refugiados sirios supera ya los 4 millones mientras que 7,6 millones se encuentran como desplazados internos dentro de Siria. Y, en cuanto a las llegadas a través del mar, un total de 1.400 inmigrantes a bordo de 83 pateras llegaron a las costas andaluzas en lo que va de 2015. “Sólo en abril llegaron 1.300 personas por mar y en 2014 hubo 3.500 muertos o desaparecidos en el Mediterráneo”, enumera Vega.

MAL REPARTIDO Turquía se ha convertido en el país del mundo que más refugiados acoge, con 1,8 millones de sirios. Irónicamente, Italia sería el tercer país europeo que más personas asila (63.000 en 2014). Alemania se mantiene como la nación más “generosa”, con más de 170.000 solicitudes cumplimentadas. Le sigue Suecia, con 75.000. Francia sería el cuarto país en esta lista, con 60.000, seguido de Hungría (40.000, a pesar de no ser un país rico). “España sólo 6.000”, lamenta Mª Jesús Vega. “Hay países más generosos que otros. España fue uno de los que protestó por la propuesta de porcentajes de la UE. Así es imposible dar respuesta a la marginación, la indigencia y el éxodo de nuestros refugiados”.

La UE propuso abordar las crecientes llegadas con alternativas legales: una cuota, para refugiados de terceros países en situaciones de peligro o vulnerabilidad, y una segunda cuota, para reubicar a las 40.000 personas que soportan dos países con una economía precaria, Italia y Grecia. “Hoy (ayer) ha entrado en vigor la Directiva Europea de Acogida. Se precisa unas normas vinculantes a los 28 Estados miembros”, señala María Jesús.

“Mientras países como Francia y Alemania han aceptado e incluso reforzado la propuesta de mínimos de la Comisión Europea, España la ha rechazado y reducido a la mitad de las 5.837 propuestas”, denunció ayer CEAR.

“Miles de migrantes y de solicitantes de asilo se hallan actualmente varados en condiciones precarias en varias islas griegas, pese a los reiterados llamamientos de Médicos Sin Fronteras tanto a las autoridades griegas como a la UE para que aborden definitivamente el problema derivado de su falta de preparación para acogerles”, recordó ayer MSF.

El número de personas que solicitan asilo ha aumentado, relata Mª Jesús Vega, pero no el volumen de presupuestos para atenderlos. Y es que el panorama de conflictos mundiales especialmente en países del Sur y la crisis económica global están desatando una situación que “colapsa las infraestructuras de acogida. En los tres o cuatro últimos años se están cumpliendo las peores previsiones con las que fuimos alertando. Y se demuestra que sale caro no invertir en asilo y en resolución de conflictos”. Además, subraya la experta, “no sólo en Siria: el mundo es más inseguro desde hace cinco años. Esperamos a que nos salpique el problema, pero no se trata de taparlo, sino de arreglar la avería”.

En este sentido, Carlos Arce, de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía, habla de “una pobreza añeja, que constituye en Andalucía sobre un 13% español. Esas personas son nuestro objeto de trabajo: extranjeros, prostitución, presos…”. Carlos y la APDHA llevan años defendiendo la libre circulación de personas por Europa.

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