Solo el 35% de los parados sin prestación por desempleo cobra la renta de inclusión

En Navarra hay más de 24.500 personas sin empleo que han agotado las ayudas Este colectivo sigue al alza y el aumento es mayor entre autóctonos que extranjeros Cada vez hay más parados de larga duración, que se ven abocados a la exclusión

Diario de Noticias, María Olazarán | Mikel Saiz, 19-07-2015

pamplona – En Navarra hay más de 24.500 personas paradas que ya no cobran ninguna prestación ni subsidio por desempleo, un factor muy relevante de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social. De hecho, para muchas de estas personas la Renta de Inclusión Social (RIS) es la única salida para sobrevivir. Los últimos datos reflejan que el colectivo de parados sin prestaciones sigue al alza (con un aumento del 18% entre julio de 2014 y abril de este año), y el incremento es más notable entre la población autóctona que entre la extranjera. Una situación que vaticina un previsible incremento de la cifra de solicitantes de la RIS. Esta prestación social cubre al 35% de las personas que se encuentran al margen de las prestaciones por desempleo, doce puntos menos que la cobertura que realizaba la anterior Renta Básica a mediados de 2010, cuando se alcanzó el pico más alto.

Estos datos se desprenden del último boletín del Observatorio Permanente de la Inmigración en Navarra, que realiza un análisis de las prestaciones por desempleo y su relación con la Renta de Inclusión Social. Y es que estar en paro y haber agotado las distintas prestaciones por desempleo puede abocar a la exclusión y, según este informe, “es importante cuantificar este colectivo en aumento ya que ayuda a prever la evolución de quienes perciben la Renta de Inclusión Social”.

se agotan las prestaciones En el primer periodo de la crisis, el incremento del número de personas beneficiarias de prestaciones por desempleo fue parejo al del paro. Ahora bien, a partir de finales de 2009, la tasa de cobertura del sistema de protección al desempleo ha bajado 30 puntos y en abril de este año no llegaba a la mitad de personas paradas. La desagregación de estos datos demuestra la mayor vulnerabilidad de la población extranjera con una cobertura del 30,4% para extranjeros y 50,7% para autóctonos.

Otra de las cuestiones que se observan es que cada vez son más los parados de larga duración y van agotando las distintas prestaciones por desempleo. De hecho, según este informe, por primera vez en abril de 2015 el porcentaje de personas que cobraron la prestación contributiva fue inferior a una de cada dos personas frente al 75% que lo hacía en 2009. Sin embargo, el de quienes perciben un subsidio por desempleo es casi el doble que el existente seis años atrás (27% frente al 42%).

Para las personas extranjeras y en relación al tipo de prestación, la cifra de quien cobra el subsidio ya supera a la de quien cobra la prestación contributiva. Este es un dato preocupante, ya que indica que la situación de desempleo se mantiene y que existen grandes dificultades para incorporarse al mercado laboral: el alargamiento de la crisis ha provocado que las prestaciones contributivas se agoten y pasen a los subsidios. Es otras palabras, el peso de las prestaciones de más calidad pierde relevancia respecto a las prestaciones asistenciales.

desciende la cobertura Una vez agotadas las distintas prestaciones por desempleo que concede el Estado (prestación contributiva, subsidio por desempleo, renta activa de inserción y otra, residual, denominada programa de activación para el empleo), muchas personas se ven abocadas a solicitar la Renta de Inclusión Social.

Si ponemos en relación las cifras de solicitantes y beneficiarias de esta prestación con quienes están en paro y sin cobertura por desempleo, se observa que en los primeros años de la crisis la anterior Renta Básica (RB) cubrió en un mayor porcentaje las necesidades de aquellas personas. Especialmente relevante es el pico de percepción de la Renta Básica durante 2010, que se acercó al 50%.

En cuanto a las personas extranjeras se llegó a un pico de casi el 90% de percepción de la Renta Básica sobre quien se hallaba al margen de las prestaciones por desempleo, lo cual es un buen indicador de dicha prestación como mecanismo de compensación ante la crisis. Según el informe, el menor porcentaje de las personas autóctonas se debe probablemente a que cuentan con mayores recursos (ahorros, por ejemplo) que las extranjeras, y por ello acceden en menor medida a la Renta de Inclusión Social.

La sustitución de la Renta Básica por la RIS a finales de 2011 supuso un punto de inflexión, ya que restringió los requisitos de acceso a esta prestación. Las restricciones afectaron al periodo mínimo de empadronamiento solicitado y también dejaron sin derecho a la prestación a los extranjeros en situación irregular. Este cambio normativo afectó sobre todo al colectivo inmigrante, si bien las últimas modificaciones han ido atenuando estos efectos. Ahora bien, desde entonces y dadas sus condiciones de mayor vulnerabilidad social, el número de solicitantes de origen inmigrante ha seguido creciendo.

Tampoco han dejado de crecer las personas paradas sin derecho a ninguna prestación por desempleo. Según los últimos datos de abril, en Navarra había 24.507 personas en esta situación, lo que supone un aumento del 18% con respecto a mediados del pasado año. Entre ellas destaca la “notable afección” entre la población autóctona, con un 21,1% más, frente a un aumento más moderado del 8,5% entre la extranjera.

Estos datos pronostican, según este observatorio, que en el corto plazo, como está ocurriendo en los últimos meses, es previsible un incremento de la cifra de solicitantes de la Renta de Inclusión Social, tanto autóctonos como foráneos.

al detalle

Tasa de cobertura del sistema de protección al desempleo. Desde 2009, la tasa de cobertura ha bajado 30 puntos porcentuales y en abril de este año no llegaba ni a la mitad de las personas paradas. Si se desagregan los datos se observa la mayor vulnerabilidad de la población extranjera, con una cobertura del 30,4% frente al 50,7% de los autóctonos.

Las prestaciones se van agotando. En 2009, el 75% de las personas desempleadas cobraban la prestación contributiva mientras que ahora lo hace menos de la mitad. Por su parte se ha duplicado (del 24% al 42%) los beneficiarios del subsidio (se cobra tras agotar la prestación contributiva). En el caso de los extranjeros, las personas que cobran el subsidio ya superan a las que cobran el paro

La RIS, la última agarradera. Agotadas todas las prestaciones, para muchos parados de larga duración la RIS es su tabla de salvación. En los primeros años de la crisis, la anterior Renta Básica cubrió en un mayor porcentaje las necesidades de esas personas (90% en el caso de extranjeros). Ahora, solo el 35% de los parados sin ayudas cobra la RIS (30% autóctonos, 53% extranjeros).

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