La voz latina de Hillary Clinton
Amanda Rentería, directora de política nacional de la candidata, hace gala de hispanidad
El Mundo, , 14-07-2015«No puedes quedarte callado cuando oyes esas cosas», defendía la directora de política nacional de la campaña de Hillary Clinton, Amanda Rentería, de forma contundente hace unas semanas. Se refería a las palabras del aspirante republicano a la nominación presidencial, Donald Trump, en las que aseguró que los mexicanos –y los latinos en general– traen a EEUU droga, violadores y criminales. Estas declaraciones desataron una reacción en cadena contra el multimillonario, que un mes después sigue reafirmándose una y otra vez en sus palabras y a quien su partido no ha censurado oficialmente.
Rentería, 40 años, tiene claro que «nunca puedes olvidar tus raíces» –las suyas son estadounidenses y mexicanas– ni «tener miedo a decir las cosas que se deben decir», apunta, recordando que su abuela la llamaba Amanda que manda. Por eso no ha dudado en criticar a Trump y celebrar la reacción de la cadena NBC, Univisión o los almacenes Macy’s contra el empresario por haber cortado sus lazos comerciales.
Este fin de semana, tras la fuga del narcotraficante El Chapo Guzmán, el multimillonario insistía en Twitter en que ya lo había predicho él. «Increíble corrupción y EEUU paga el precio». Ayer volvía a la carga con el control de las fronteras y lanzaba una pregunta: «¿Cuándo la gente, los medios, empezarán a perdirme discupas por mi declaración ‘México nos envia…’, que ha resultado ser verdad? El Chapo», decía en un tuit. Incluso se jactó de un chiste que se oye en la ciudad sobre si Trump liberó a ElChapo porque le convenía en este momento.
El silencio republicano tampoco le ha pasado desapercibido a Rentería. Algo que ha criticado desde las redes sociales. «Los únicos que apoyan a Trump parecen ser los republicanos extremistas», decía en un tuit hace unos días. Lo cierto es que los últimos días, aspirantes como Jeb Bush y Lindsey Graham han empezado a cuestionar las palabras del magnate sobre los inmigrantes.
Como muchos hispanos, Rentería «se siente cómoda» con el spanglish y durante la conversación cambia del castellano al inglés y a la inversa, una y otra vez. Nació y creció en Woodlake (California), donde se instaló su padre a los 11 años procedente de Zacatecas (México); dos años antes ya había estado en el país, pero regresó a Tijuana, donde «dice que se convirtió en el mejor limpiabotas. Esto es un sueño para él», explica a este diario.
A menos de 500 días para las elecciones, esta graduada en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad de Stanford explica cómo la primera fase de la campaña ha estado centrada en «hablar directamente con la comunidad para que conozcan a Hillary, su historia, cómo trabajó en Texas registrando votantes…». De ahí que se haya reunido con los dreamers y se haya comprometido a llevar a cabo la reforma migratoria desde la Casa Blanca. Clinton insistía ayer en ello en Nueva York, en la universidad The New School, destacando los beneficios que reportaría traer al sistema legal a los indocumentados: 700.000 millones de dólares.
Desde que se convirtió en directora de política nacional, Rentería ha estado también hablando con todos. «Es importante que sepan qué va a hacer en inmigración, salud, educación y economía. Son temas fundamentales para los latinos», destaca. La comunidad hispana en EEUU, según la estimación de la Oficina del Censo, es de 55,4 millones. En California, su estado natal y el de mayor población latina, viven 15 millones.
Ellos son una pieza destacada en el equipo de campaña, señala Rentería, que destaca cómo «estaban apoyando y trabajando por la comunidad antes de unirse», en contraposición a lo que ocurre en otras candidaturas, aunque no menciona ninguna específicamente.
Rentería hace gala de su hispanidad y pone de relieve que «necesitamos juntarnos para tener una voz más fuerte». Algo que ha ocurrido en la última década con las mujeres. Su proyecto de final de carrera versó sobre la mujer en política, situación que «ha cambiado totalmente desde 1996 cuando lo escribí».
Mientras a mediados de los 90 era difícil encontrarlas, ahora no; ocupan posiciones en todos los niveles. «Estoy orgullosa del cambio y espero que en 10 años la comunidad latina tenga una voz tan fuerte como las mujeres», señala poniendo la vista en el futuro. Rentería quiere dar esta batalla para seguir marcando la diferencia. Desde que dejó el sector privado (comenzó trabajando para Goldman Sachs) y se unió al público su objetivo es «ver cómo puedo ayudar a las personas y a las familias». Y eso no se paga con dinero, asegura. Algunos no se pueden quedar en el país por los papeles. Muchos niños no pueden ir a un colegio en condiciones y hay familias que no tienen seguro médico, repasa Rentería. «No olvido que yo he podido escoger en qué trabajar. Mis padres no pudieron», señala antes de explicar que ellos trabajaron en el campo.
Los entresijos del Capitolio y Washington DC no intimidan a Rentería que trabajó a las órdenes de la senadora Dianne Feinstein en 2006. Dos años más tarde, se convirtió en jefa de Gabinete de la senadora Debbie Stabenow. Fue la primera latina que ocupó ese cargo. En 2013, regresó a su estado natal, donde ejerció de profesora hasta que unos meses después presentó su candidatura al Congreso estatal. Salió derrotada entonces, pero la economista no se rinde. Con la carta de su abuela presente, en la que le dice «tus sueños son mis sueños», Rentería trabaja por la victoria.
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