El Alto Deba diseña el protocolo de acogida para nuevos ciudadanos

Tamara Pérez y Deiene Bidaurreta trabajan para sensibilizar, reflexionar y coordinar la acogida de inmigrantes con ayuntamientos y agentes

Diario Vasco, NAGORE GOÑI, 07-07-2015

Desde tiempos inmemorables las migraciones han sido el pan de cada día en muchos países, y a pesar de que existen infinidad de razones para hacerlo, la más importante ha sido la económica, ya sea para buscar nuevas oportunidades laborales o el deseo de encontrar una mejor calidad de vida para uno mismo o para su familia. Sea cual sea la causa, las migraciones han traído un incremento notable en la población guipuzcoana.

Así nació el departamento de Migración y Diversidad de la Diputación, al igual que la iniciativa ‘Udalanitz sarea’, que busca, junto con los ayuntamientos, reflexionar sobre la forma de gestión de la diversidad y la toma de decisiones en ese ámbito. Fue en este proceso cuando se vieron una serie de lagunas en la comarca del Alto Deba.

De tal forma que el pasado mes de marzo Oihana Irazu primero, y Tamara Pérez después, y Deiene Bidaurreta, comenzaron su trabajo como técnicos en la Mancomunidad para elaborar un protocolo de acogida en el Alto Deba. «Hemos tenido reuniones con todos los ayuntamientos y ahora las tendremos con agentes de diferentes ámbitos, ya que el pueblo, es la zona natural de acogida. En estas reuniones tratamos de sensibilizar y hacer reflexionar sobre el tema de la diversidad cultural, además de impulsar la coordinación y trabajo en equipo entre ayuntamientos y agentes», señala Tamara Pérez. Algo que asegura «hacía mucha falta».

La acogida, un proceso largo

Tomando como referente el protocolo de Donosti, Pérez y Bidaurreta afirman que el primer contacto con el pueblo de acogida es el momento de realizar el empadronamiento. Pero este es solo el primer paso. «La acogida es todo un proceso, en el que desde un principio hay que reconocer a la persona como ciudadano, convertirlo en sujeto activo, y a partir de ese momento el proceso será ya personal. En este sentido, además del Ayuntamiento, tienen especial importancia los agentes y ciudadanos, para que se de una convivencia entre ellos», explica Pérez.

Los procedimientos a la hora de la acogida son por otro lado muy diferentes entre los municipios de la comarca. Según señala Pérez, hay pueblos más implicados, como es el caso de Oñati, que tienen «una actitud muy positiva sobre el tema». Para otros será un mero hecho de administración, ya que hasta ahora han realizado una correcta y natural acogida, como por ejemplo Leintz Gatzaga.

Aun así, como lo deja claro Pérez, cada municipio es diferente a otro, dadas sus características, por lo que el proceso de acogida siempre será diferente. Aun así, Pérez y Bidaurreta intentarán de algún modo u otro unificar unas bases de forma escrita para poder hacerlo correctamente. Tras las reuniones, que continuarán durante el mes de julio, recibirán aportaciones para después elaborar el protocolo y entregarlo a cada Ayuntamiento, para que sean estos los que lo pongan en marcha.

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