El mundo se enfrenta a su mayor crisis de desplazados forzosos desde la Segunda Guerra Mundial. Lo advierten de forma reiterada las asociaciones humanitarias y lo confirman las estadísticas reveladas ayer por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que aporta «las cifras de refugiados e inmigrantes más altas registradas» en la historia.

El número de inmigrantes y refugiados que atravesaron el Mediterráneo y llegaron a Grecia, Italia, Malta y España entre enero y junio pasados aumentó en un 83% en relación al mismo periodo del año anterior.

En los primeros seis meses de 2015, 137.000 refugiados e inmigrantes llegaron a la UE, frente a los 75.000 que lo hicieron en la primera mitad de 2014.

El alto comisionado, António Guterres, advirtió de que la cifra seguirá creciendo en los próximos meses, porque, teniendo en cuenta la experiencia, en la segunda mitad del año (especialmente en los meses de verano) llegan el doble de personas que en la primera.

1.850 FALLECIDOS

El número de refugiados e inmigrantes muertos o desaparecidos en el mar en los seis primeros meses de 2015 fue de 1.850, mientras que en el mismo periodo de 2014 fue de 590 personas.

La gran mayoría de los que se lanzan al Mediterráneo huyen de guerras y persecución, lo que hace de ellos refugiados con derecho a la protección internacional. La nacionalidad más numerosa es la siria, seguida por la afgana y la eritrea. Todas ellas califican para recibir la condición de refugiado.

El informe confirma igualmente que la ruta del este del Mediterráneo, entre Turquía y las islas griegas, ha tomado más importancia que la del centro del Mediterráneo, ya que la primera es la más utilizada por los sirios. Sin embargo, en Grecia la infraestructura de recepción es limitada y ofrece menos de 2.000 lugares de recepción.