La UE renuncia a imponer cuotas obligatorias de refugiados

Los líderes europeos mantienen la oferta para 40.000 personas pero retrasan un mes la decisión

Deia, Silvia Martínez , 26-06-2015

bruselas – Los líderes europeos están dispuestos a aceptar la reubicación entre los Estados miembros de 40.000 solicitantes de asilo procedentes de Italia y Grecia para reducir la presión migratoria que padecen estos dos países mediterráneos pero no aceptarán un reparto obligatorio de los mismos, tal y como propuso la Comisión Europea en su ambiciosa y polémica agenda de inmigración. “La idea de que las cuotas pueden ser impuestas desde Bruselas no va a cuajar. Es contraproducente. No hay consenso para ello”, aseguraba ayer un alto cargo del Consejo. El borrador en el que trabajan los Jefes de Estado y de Gobierno sí contempla mantener la oferta para recolocar a 40.000 personas y encarga a los ministros de interior que negocien y pacten su distribución para finales del mes de julio.

Dicho de otro modo, los líderes europeos están dispuestos a responder con solidaridad al problema migratorio pero sin obligar a nadie a que acoja refugiados si no quiere. Y es que, según admitían ayer fuentes del Consejo, los gobiernos no solo discrepan sobre la imposición de cuotas obligatorias hay una docena de países que rechazan su obligatoriedad sino que otra docena de países que no están de acuerdo con el peso dado a los parámetros propuestos para distribuir los refugiados: para el 40% para el PIB y la población, y el 10% para paro y los esfuerzos pasados en materia de acogida. Frente a esta división hay otros dos países que rechazan absolutamente las propuestas como son checos y húngaros. Divisiones importantes que llevarán a los líderes europeos a rebajar el grado de ambición del Ejecutivo comunitario con unas conclusiones en la que retrasan cualquier decisión hasta finales de julio. El borrador de conclusiones sí da luz verde al establecimiento de zonas y facilidades fronterizas con expertos europeos para ayudar en las tareas de registro de huellas digitales y asistencia financiera para los países que están en primera línea. Además mantiene la propuesta de acoger a otros 20.000 refugiados en el marco de los programas de Naciones Unidas.

El compromiso coincide con una nueva polémica promovida por el primer ministro húngaro, Victor Orbán, que aprovechará este debate para aireas la presión migratoria que padecen también en su país. “La presión migratoria ha alcanzado una situación excepcional en Hungría. El número de personas cruzando ilegalmente y las solicitudes de asilo han alcanzado números sin precedentes alcanzando las 61.000 este año lo que es una presión insoportable para las infraestructuras húngaras”, advierte en una carta remitida al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. No es el único con preocupaciones en este terreno. El británico David Cameron anunció ayer su intención de reforzar los controles en el paso fronterizo de Calais.

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