Renzi: «Si ésta es su idea de Europa, no nos hagan perder el tiempo»

El Mundo, PABLO R. SUANZES BRUSELAS CORRESPONSAL, 26-06-2015

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, incendió anoche la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE por la discusión sobre las cuotas de demandantes de asilo. La flamante propuesta de la Comisión Europea de repartir entre los miembros de la UE a 40.000 demandantes de asilo sirios y eritreos llegados a Italia y Grecia, y de invitar a 20.000 más a venir al Viejo Continente, parecía seguir adelante, pero la voluntad del Consejo es que la distribución no sea por cuotas obligatorias y que no llegara por cuestiones de forma, a antes de otoño. Y eso irritó sobremanera a Renzi. «Si esa es su idea de Europa, adelante, así sea. Pero o hay solidaridad o no nos hagan perder el tiempo» reprochó en tono duro a sus homólogos, según fuentes europeas.

Los jefes de Gobierno se reunieron ayer en Bruselas en una Cumbre marcada por la actualidad griega (a la que dedicaron la primera hora y media del debate), el referéndum británico y el debate sobre inmigración. En Bruselas se bromeaba con la ironía de que se discutirá entre los líderes sobre unos que quieren llegar (los inmigrantes ), unos que se quieren ir (los británicos) y otros que pelean por quedarse (los griegos).

De la discusión de ayer quedó claro que habrá programa de reasentamiento y relocalización. Sin embargo, los Gobiernos se niegan en redondo a que esas 60.000 personas sean distribuidas de acuerdo a cuotas obligatorias y a que la fórmula para el reparto sea la de la Comisión, que tenía en cuenta el tamaño de la economía, la población de cada país, la tasa de paro y los esfuerzos previos en tema de asilo.

«Si quieren que sea voluntario, por nosotros pueden suspenderlo todo, nos apañaremos solos», insistió Renzi en un tono muy acalorado durante la cena, con el respaldo firme de Juncker, muy agresivo contra el Consejo, y el primer ministro de Malta. Y durante buena parte de la noche, hasta bien entrada la madrugada, se bloqueó la redacción del texto de conclusiones. «Su intervención fue muy emocional, muy pasional», confirman fuentes de la presidencia.

El documento que querían las capitales era muy claro: «Ante la emergencia actual, y teniendo en cuenta nuestro compromiso de reforzar la solidaridad y la responsabilidad» el Consejo ha convenido en que «40.000 personas claramente necesitadas de protección internacional serán reubicadas», y que se llegará «a un acuerdo, de aquí a finales de julio, sobre la distribución de esas personas».

Por un lado, las capitales no aceptaban la imposición de la Comisión y del sistema de cuotas obligatorias, sino que se querían buscar un mecanismo que complemente la voluntariedad con cierto compromiso para intentar llegar a esos 40.000 asilados, algo tremendamente complicado, pero que mantiene su soberanía y no sienta precedentes. «La solidaridad sin sacrificio es pura hipocresía necesitamos hechos y cifras», advirtió el presidente del Consejo, Donald Tusk a su llegada, pese a que él mismo se alineó con los reacios.

El segundo problema es de plazos. De aquí a finales de julio debe haber acuerdo en cómo se distribuirán, qué cantidad propondrá aceptar cada país, cómo recopilar datos de todos y qué hacer con los que no son sirios y eritreos. Agosto es un mes no hábil, por lo que habría que irse a septiembre para una votación y todos los detalle técnicos de una operación muy complicada, con lo que no empezaría el programa para aliviar a Grecia e Italia hasta otoño.

Desde el inicio del año hasta finales de mayo 153.000 migrantes han sido detectados en las fronteras de la UE, un aumento del 149% respecto al mismo periodo del año anterior.

Los países aceptarían esos 60.000 asilados, pero con contrapartidas. «La aplicación de políticas eficaces de retorno, readmisión y reintegración (…) es un componente fundamental de la lucha contra la inmigración ilegal que ayudará a disuadir a la gente de poner su vida en peligro. Vamos a movilizar todos los instrumentos disponibles para promover la readmisión de migrantes ilegales en los países de origen y de tránsito», dice el texto.

Es decir: asilo para quien cumpla los requisitos y expulsión inmediata para los que no tienen derecho a la estancia. Implicando para ello a Frontex, que ahora hace también las tareas de salvamento, «reforzando su papel» y «en particular de modo que pueda poner en marcha misiones de retorno».

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